El 5 de agosto, el Papa Francisco participará en las festividades anuales de la basílica de Santa María la Mayor, anunció el 11 de julio la Oficina de Prensa de la Santa Sede. En esta basílica papal cercana a la estación de Termini, donde el pontífice ha dicho que le gustaría ser enterrado y posiblemente incluso jubilarse, asistirá a la tradicional lluvia de pétalos de rosa para conmemorar el "milagro de la nieve" que dio origen al edificio.
Según la leyenda, en la noche del 4 al 5 de agosto de 358, la Virgen María se apareció en sueños al Papa Liberio (352-366), pidiéndole que construyera una iglesia en su honor en un lugar que ella le había indicado milagrosamente. A la mañana siguiente, en pleno mes de agosto, la colina del Esquilino apareció cubierta de nieve, signo de la voluntad de Nuestra Señora.
Para conmemorar este aniversario, en la fiesta de la "dedicación" de la basílica mayor, el Papa Francisco acudirá en persona para asistir a las vísperas celebradas a las 17:30 horas por el arcipreste coadjutor monseñor Rolandas Makrickas. Durante la celebración, la famosa lluvia de pétalos de rosa será lanzada por millares desde la cúpula sobre la multitud, en recuerdo de los milagrosos copos de nieve.
La basílica alberga el icono de la Virgen María "Salus populi romani" (salvación del pueblo romano), tan querido por los romanos y del que el Papa Francisco es profundamente devoto. Desde su elección en 2013, Jorge Mario Bergoglio ha acudido a rezar a sus pies 115 veces, sobre todo antes y después de cada viaje. El 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción, la honró con una Rosa de Oro.
¿Un retiro en Santa María la Mayor?
Recientemente, Francisco ha expresado en varias ocasiones su deseo de ser enterrado en esta basílica.
"Justo después de la escultura de la Reina de la Paz, hay un pequeño nicho, una puerta que conduce a una habitación donde se guardaban candelabros. Lo vi y pensé: 'Este es el lugar'. Y ahí es donde se preparó el lugar. Me han dicho que está listo", relata en su reciente libro El Sucesor, escrito con el vaticanista Javier Martínez-Brocal.
Tras una discreta puerta de madera, el antiguo cobertizo de los candelabros, futura tumba del 266º Papa, se encuentra junto a la capilla Salus populi romani y la capilla Sforza, espacio reservado a la adoración silenciosa.
En caso de renuncia, el Papa también podría optar por pasar los últimos años de su vida en Santa Maria Maggiore, donde ya se han realizado obras para preparar esta eventualidad, según ha podido saber I.MEDIA. Según una fuente vaticana y otra romana coincidentes, se le ha preparado un piso seguro en la zona de los canónigos, los sacerdotes responsables del servicio espiritual de la basílica.
En su biografía Vida, mi historia a través de la Historia (HarperCollins), publicada en marzo de 2023, el pontífice argentino planteó esta posibilidad. Explicó que consideraba el ministerio pontificio "ad vitam" y no veía "ninguna condición para renunciar a él", aunque reconoció que las cosas podrían ser diferentes en caso de "impedimento físico grave".
En tal caso, precisó que no llevaría el título de "pontífice emérito", sino que se trasladaría a la basílica de Santa María la Mayor de Roma para reanudar su ministerio de "confesor" y "llevar la comunión a los enfermos".