La expresión "Misa en latín" se utiliza a menudo erróneamente para referirse a la Misa rezada con el misal de 1962, o "Misa de San Pío V".
Esta antigua liturgia, utilizada para el rito romano hasta la reforma del Concilio Vaticano II, es de hecho en latín.
El misal de 1570, surgido del Concilio de Trento (de ahí el adjetivo "tridentino" que se le asigna) y promulgado por el Papa Pío V, permaneció en la lengua del Imperio Romano hasta su sexta y última edición en 1962, sin posibilidad de traducir la mayor parte de la Misa a las lenguas vernáculas.
La Misa de Pablo VI
En 1969 se publicó la primera de las tres ediciones del misal renovado para la "Misa de Pablo VI", que fue el Papa que lo creó. La versión actualmente en vigor, la de 2002, sigue teniendo su edición de referencia, conocida como edición "típica", en latín.
La Misa actual es, por tanto, también una "Misa en latín". Sin embargo, como la traducción es posible, se acostumbra a celebrar la Misa en la lengua de los fieles (o lengua vernácula).
Esto no impide que un sacerdote y una comunidad puedan decir la Misa de 2002 en latín en cualquier lugar y en cualquier momento, pero la más común es la del idioma del lugar para que todos los asistentes entiendan y participen plenamente.
Lugares donde acudir a Misa en latín
La Misa de Pablo VI se dice en latín en parroquias y capillas autorizadas para hacerlo, comúnmente atendidas por la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, congregación fundada por San Juan Pablo II en 1988, dedicada a preservar y promover la Misa tridentina.
Cualquier fiel católico puede acudir a ella, pues se trata de la misma Misa del rito latino, cambiando únicamente la forma por utilizar el latín, a la manera tradicional.
En el mundo hay muchas casas, templos y lugares de apostolado donde acudir a Misa tridentina.
En México, la Fraternidad de San Pedro atiende en la capilla de la Inmaculada Concepción en Ciudad de México y en la Nuestra Señora del Pilar en Guadalajara.