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Muchas personas mayores se ralentizan en los últimos años de su vida y, por desgracia, a algunas les cuesta encontrar sentido durante este periodo. No es el caso de Colin Appelt, un australiano de 92 años.
Colin lleva toda la vida dedicado a ayudar a los demás. Hace cincuenta años se ofreció voluntario con un grupo de amigos para ayudar a superar la pobreza y el hambre en el mundo, un noble objetivo que ahora se da cuenta de que asumió con bastante ingenuidad.
Sin embargo, el entusiasmo inicial de Colin no decayó; él y varias personas más fundaron Innocents Relief, una organización sin ánimo de lucro que apadrina a más de 500 niños en países en desarrollo de todo el mundo, y más tarde recibió la Medalla Nacional al Mérito por su labor.
Siempre le ha gustado vivir una vida plena y vibrante. Él y su esposa Margaret, ya fallecida, fueron padres de ocho hijos. Colin tuvo una distinguida carrera en ingeniería y su jubilación no representó una disminución de su actividad, pues continuó con su gusto por dedicar su tiempo a los necesitados, inspirándose en el Papa Francisco.
Colin participa activamente en la arquidiócesis de Brisbane, donde es responsable de la recaudación de fondos para que la diócesis y sus parroquias puedan llevar a cabo muchos proyectos buenos. A la diócesis le gusta decir que personas como Colin son indispensables.
Visita a los moribundos
Desde hace 20 años, Colin visita a los moribundos una vez a la semana en el hospital privado St Vincent de Brisbane. Este video es la forma que tiene Colin de presentar su trabajo:
"Soy Colin Apelt, he sido bendecido con 92 años de vida y vengo al hospital St Vincent los jueves por la tarde a servir bebidas a los pacientes de la unidad de cuidados paliativos. La mayoría de las veces, la conversación es mucho más importante, servir bebidas es solo para romper el hielo".
Una de las pacientes también dijo que no le importaban tanto las bebidas como conocer a Colin.
"Cuando viví momentos similares con mi mujer, me di cuenta de lo mucho que ayuda", añade Colin.
Cuando le preguntan en el video qué le ha enseñado el voluntariado sobre la vida, responde: "Creo que hay una enorme recompensa en devolver algo: sé que he dado algo de consuelo y alegría a quienes atraviesan las últimas etapas de la vida".
Conoce más de Colin y el trabajo voluntario que realiza con enfermos en este video:
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