Cuando nos enteramos de la existencia de algún santo, es poco probable que nos preguntemos si alguien más de su familia alcanzaría la santidad, tal es el caso de padres y hermanos.
Sin embargo, como todo lo que recibimos en casa, tanto la educación como el ejemplo, se contagia para bien, y, ciertamente, también se aspira a la santidad cuando los valores inculcados son fuertes.
Santidad en hermanos que están en la Biblia
La historia de los hermanos que llegaron a la santidad comienza desde el tiempo de Cristo:
"Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores. Jesús les dijo: 'Síganme, y yo los haré pescadores de hombres'. Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron.
Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y con ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron". (Mc 1, 16-20)
Conozcamos a algunos más.
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