separateurCreated with Sketch.

(VIDEO) ¿Cuál fue el lugar de la conversión de san Pablo?

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Redacción de Aleteia - publicado el 25/01/24
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
San Pablo es conocido como el Apóstol de los gentiles. La historia sagrada cuenta que fue un perseguidor de cristianos, hasta que se encuentra con Jesús

San Pablo, que perseguía a los cristianos, fue derribado por Dios en el camino a Damasco. Su conversión empezó en ese momento, y culminó al recibir el bautismo de manos de un judío converso llamado Ananías, a quien Dios llamó para buscar a Saulo. El lugar exacto de su conversión se menciona los Hechos de los Apóstoles (9, 1-18).

En Damasco, Siria, llega a casa de Judas, ubicada en la "Calle Recta", donde lo encuentra Ananías, quien le devuelve la vista. Hoy se puede ver aún la calle, aunque, ciertamente, ha cambiado mucho.

Sin embargo, sigue siendo un sitio donde se detienen los peregrinos que siguen las huellas de san Pablo.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.