La historia de la Iglesia consta la ofrenda que millones de hombres y mujeres han hecho de sus vidas por proclamarse cristianos, y frente a la cruenta persecución sufrida durante distintas épocas, no se amilanaron, a pesar de los tremendos tormentos a los que fueron sometidos por sus verdugos.
A estos magnos cristianos les conocemos como "mártires". El diccionario acota que la palabra mártir significa "testigo", y se aplica a quienes sufren la muerte por confesar su fe en Jesucristo, a veces a través de crueles tormentos.
Un mártir es testigo de la fe, pero también se requiere una actitud de aceptación y de perdón hacia sus perseguidores, lo que se toma en cuenta para los procesos de beatificación, donde no se requiere la verificación de un milagro, aunque sí es necesario para su canonización.
¿Qué es un protomártir?
La palabra "proto" significa primero. El primer mártir del cristianismo fue san Esteban, y lo que sabemos de él es gracias a lo que narra la Biblia en el libro de los Hechos de los Apóstoles:
"Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y signos en el pueblo. Algunos miembros de la sinagoga llamada 'de los Libertos', como también otros, originarios de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de la provincia de Asia, se presentaron para discutir con él. Pero como no encontraban argumentos, frente a la sabiduría y al espíritu que se manifestaba en su palabra, sobornaron a unos hombres para que dijeran que le habían oído blasfemar contra Moisés y contra Dios.
Así consiguieron excitar al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y llegando de improviso, lo arrestaron y lo llevaron ante el Sanedrín. Entonces presentaron falsos testigos, que declararon: 'Este hombre no hace otra cosa que hablar contra el Lugar santo y contra la Ley. Nosotros le hemos oído decir que Jesús de Nazaret destruirá este Lugar y cambiará las costumbres que nos ha transmitido Moisés'.
En ese momento, los que estaban sentados en el Sanedrín tenían los ojos clavados en él y vieron que el rostro de Esteban parecía el de un ángel" (Hch 8, 15)
Otros protomártires
De la misma manera, cada nación e Iglesia particular tiene sus protomártires, que han sido como bellas flores sembradas en el campo de Dios para su gloria y edificación de sus hermanos, como el caso de san Felipe de Jesús para México, el padre Stanley Rother, primer mártir nacido en Estados Unidos o san Vicente de España.
Roguemos a Dios que nos ayude a seguir el ejemplo de sus santos mártires para saber dar testimonio de nuestra fe con valentía.