Enseña a tus hijos el calendario litúrgico con manualidades

A diferencia del calendario anual, que comienza en enero, o el escolar, que suele empezar en agosto o septiembre, la Iglesia utiliza la Liturgia para organizar y repartir las diferentes celebraciones a lo largo del año.

Con esta manualidad podemos enseñar a los más pequeños el orden de las fiestas cristianas para que vivan con devoción los momentos de gozo, dolor y gloria de Jesús.

El año litúrgico está formado por diferentes etapas o tiempos litúrgicos dedicados a la vida, muerte y resurrección de Cristo. Es un camino de fe que invita a los fieles a vivir y reflexionar sobre el misterio de la salvación. 

Además, este calendario incluye algunas fiestas -Corpus Christi o la Santísima Trinidad- y otras celebraciones relativas a los santos y a la Virgen para festejar y honrar su gloria, que también pueden aprender los niños haciendo esta manualidad.

Se inicia en el tiempo de Adviento, aproximadamente a finales de noviembre o principios de diciembre, 4 semanas antes del nacimiento de Jesús, ya que toda fiesta necesita una preparación previa; finaliza en el año natural siguiente, justo el domingo anterior al inicio del Adviento, con la fiesta de Cristo Rey.

Con el Adviento, que significa "venida o llegada" del Redentor, los cristianos nos preparamos espiritualmente para la celebración del nacimiento de Jesús. Este tiempo empieza 4 domingos antes del día de Navidad.

Es un tiempo de oración y de espera con alegría la llegada del Niño Dios que es luz para el mundo. Por eso cada semana que pasa se enciende una vela de la corona de Adviento, hasta encender las 4 que la componen. Es una preciosa costumbre cristiana que cada familia puede seguir en su hogar o en su parroquia.

El tiempo de Navidad, del latín "Nativitas" o nacimiento, comienza el 25 de diciembre. Es una de las festividades de la Iglesia cuya fecha es fija y de las más importantes que celebra el cristianismo, junto con la Pascua de Resurrección. 

La Navidad nos recuerda que Dios vino al mundo para salvarnos. Y el día de la Epifanía, con la visita de los Reyes Magos, recordamos la manifestación pública de Dios a todos los hombres. Este tiempo de Navidad concluye con el Bautismo del Señor.

Comienza ahora un breve tiempo ordinario, que se alarga hasta la llegada de la cuaresma y comprende de 6 a 10 semanas, dependiendo del día fijado en el calendario litúrgico para la celebración de la Pascua.

Durante este primer tiempo ordinario -después de Navidad- y también el segundo -después de Pascua- no se celebra ningún aspecto concreto de la vida de Cristo, sino que es un periodo en el que Jesús se hace presente y guía a la Iglesia por el camino de la salvación.

Después de estas semanas, y con el miércoles de ceniza, empieza la cuaresma, del latín "quadragésima"; es decir, el cuadragésimo día antes de la Pascua. Se revive la marcha del pueblo de Israel por el desierto.

Tras estos 40 días conmemoramos la entrada de Jesús en Jerusalén. Es el Domingo de Ramos, inicio de la Semana Santa y del Triduo Pascual (jueves, viernes y sábado santo). La Iglesia vive durante estos días la pasión y muerte del Señor.

El día de su Resurrección. Este domingo empieza la Pascua, del hebreo "pésaj", que significa paso. Este día es la fiesta central del cristianismo, en la que se conmemora la resurrección del Señor al tercer día después de su muerte en la Cruz. Es el triunfo definitivo sobre la muerte y primicia de nuestra resurrección.

El tiempo pascual consta de 50 días de paz, alegría y esperanza. ¡Aleluya, el Señor ha resucitado! Acaba este tiempo litúrgico con la Ascensión del Señor a los Cielos y la fiesta de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles.

Luego se inicia de nuevo el segundo tiempo ordinario, de 33 a 36 semanas, que finaliza con la Fiesta de Cristo Rey, el último domingo antes del Adviento. Y vuelta a empezar.

El tiempo ordinario, en el que los ornamentos de la Iglesia son de color verde, es el tiempo que no coincide ni con un periodo de fiesta ni con su preparación; es decir, ni con la Pascua y su cuaresma, ni con la Navidad y su Adviento. 

En resumen, los tiempos litúrgicos son 5 y en cada uno de ellos el color es distinto: en las fiestas es blanco y en su preparación es morado. 

De esta forma el Adviento se representa de color morado, la Navidad blanco, tiempo ordinario verde; de nuevo morado para la cuaresma que prepara la fiesta de Pascua (blanco) y otra vez verde para el tiempo ordinario que ocupa 33 semanas más hasta que de nuevo comienza otro año litúrgico. 

El color rojo también se utiliza durante los días del Triduo Pascual y para conmemorar la memoria de los mártires y otras fiestas relativas al Espíritu Santo y Pentecostés, o la Exaltación de la Santa Cruz. 

Una vez hayamos explicado a los niños las fiestas, celebraciones y sus colores litúrgicos, podemos empezar a elaborar nuestra manualidad.

Para realizarla, solo necesitaremos:

- Plantilla del calendario (Podéis descargarla al final del artículo)

- Placa de poliestireno expandido (porexpan o unicel)

- Tijeras y chinchetas o agujas

- Opcional: una hoja de papel de color para cubrir el porexpan o unicel.

Si preferís, también se pueden pegar las piezas sobre una cartulina con pegamento.

1 | En primer lugar, imprimiremos la plantilla y empezaremos recortando todas las imágenes y elementos del calendario por separado.

2 | Si preferís, podéis imprimir la plantilla en blanco y negro y pintarla vosotros mismos, siguiendo los colores litúrgicos.

3 | Una vez tengamos todos los elementos recortados, iremos colocándolos en orden sobre la placa de poliestireno: flechas, imágenes y tiempos litúrgicos. 

4 | Después, fijaremos las piezas con ayuda de agujas o de chinchetas y ya tendríamos un calendario litúrgico en casa para poder consultarlo en familia.