El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky llegó al Vaticano alrededor de las 16:10 horas. Su caravana no tomó la Via della Conciliazione como suele ser el caso para las visitas presidenciales, sino que llegó a la Plaza de San Pedro por una calle lateral. Fue recibido al bajarse del automóvil por el Regente de la Prefectura de la Casa Pontificia, monseñor Leonardo Sapienza, quien lo condujo al aula del Aula Pablo VI.
Vistiendo un suéter sencillo y pantalones militares, como ha sido su costumbre desde el comienzo de la guerra, el presidente Zelensky fue recibido por el Papa de pie, quien caminó con un bastón para acompañarlo a su oficina. El Papa le agradeció su visita, y el presidente ucraniano dijo que estaba "muy honrado", inclinándose con la mano en el corazón.
Su entrevista duró unos 40 minutos. A continuación, el presidente habló durante unos treinta minutos con el obispo Paul Richard Gallagher, secretario de Relaciones con los Estados, en presencia, en particular, de Andrii Yurash, embajador de Ucrania ante la Santa Sede. El cardenal Parolin, Secretario de Estado, estaba ausente con motivo de su visita a Portugal.
En un comunicado emitido momentos después de la partida del presidente, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, precisó que el encuentro entre el presidente Zelensky y el papa Francisco se centró en "la situación humanitaria y política de Ucrania provocada por la guerra en curso". El Papa aseguró al presidente ucraniano su "oración constante", de lo que dieron testimonio "sus numerosos llamamientos públicos y por la continua invocación al Señor por la paz, desde febrero del año pasado", añadió.
Más esfuerzos de ayuda humanitaria
Los dos líderes coincidieron en la "necesidad de continuar los esfuerzos humanitarios en apoyo de la población", precisó Matteo Bruni. Y agregó que el Papa subrayó en particular "la necesidad urgente de gestos de humanidad hacia las personas, las víctimas inocentes más frágiles de la conflicto".
El presidente de Ucrania le entregó al Papa una obra de arte hecha con placas a prueba de balas y una pintura titulada Pérdida, que representa la masacre de niños durante el conflicto. El Papa Francisco le regaló el libro Una encíclica sobre la paz en Ucrania, así como una obra de bronce que representa una rama de olivo, símbolo de la paz.
También le entregó, como a todos los mandatarios que visitaron el Vaticano, los textos del Mensaje por la Paz del 1 de enero de 2023, el Documento sobre la Fraternidad Humana firmado en Abu Dabi en 2019, y el libro sobre la Statio Orbis del 27 de marzo de 2020.
Primer encuentro en persona desde el inicio de la ofensiva rusa
Volodymyr Zelensky se reunía con el Papa Francisco por segunda vez, después de una primera visita el 8 de febrero de 2020, unos meses después de su elección al frente de Ucrania. El joven presidente explicó entonces que había pedido al Papa "que ayudara a liberar a los ucranianos encarcelados en el Donbass, en Crimea y en Rusia".
Sin embargo, esta es su primera visita al Vaticano desde el inicio de la ofensiva rusa a gran escala sobre su país el 24 de febrero de 2022. No obstante, los dos líderes hablaron por teléfono en al menos tres ocasiones desde entonces.
Momentos antes de la llegada del presidente al Vaticano, algunas familias se habían reunido cerca de la Plaza de San Pedro, portando banderas ucranianas. "El Papa debe entender nuestra situación. Sabemos que quiere cerrar la brecha entre las dos partes. Pero haremos las paces cuando las tropas rusas abandonen el territorio ucraniano", dijo a I.MEDIA Natalia, una madre ucraniana que ondeaba una bandera azul y amarilla.
El presidente ucraniano consolida su aura en el panorama internacional
Por razones de seguridad, el presidente Zelensky había optado por no viajar al exterior tras el inicio del ataque ruso. Sin embargo, reanudó sus viajes internacionales a finales de 2022, despegando desde territorio polaco, a donde llega en tren desde Kiev. Ha viajado en particular a Washington el 21 de diciembre, a Londres, París y Bruselas en febrero de 2023, a Varsovia el 5 de abril y a Finlandia y Holanda los días 12 y 13 de mayo.
Su viaje a Roma se enmarca en su deseo de forjar alianzas militares y obtener apoyo internacional para la reconstrucción de Ucrania. La jefa de Gobierno italiana, Giorgia Meloni, que le recibió calurosamente a primera hora de la tarde, siempre ha afirmado su apoyo a Ucrania, aunque dos partidos de su coalición de derecha, la Lega y Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, han manifestado tradicionalmente posiciones cercanas a las de Rusia.
El presidente ucraniano habló a mediodía con el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, quien reafirmó el apoyo de su país a Ucrania "en términos de ayuda militar, financiera y humanitaria" así como para la reconstrucción, "a corto y largo plazo". "Están en juego no solo la independencia y la integridad territorial de Ucrania, sino también la libertad de los pueblos y el orden internacional", insistió el presidente Mattarella.
"Me gustaría abrazar a los italianos uno a uno por el apoyo que se nos ha brindado continuamente en todos los niveles, y que no ha cambiado con los gobiernos (Draghi y Meloni)", declaró por su parte Volodymyr Zelensky durante su visita a Presidente Mattarella.
Posible mediación
El papa Francisco, que se ha pronunciado más de 120 veces sobre la guerra en Ucrania, ha pedido en repetidas ocasiones el fin de los combates, provocando en ocasiones malentendidos entre los ucranianos y sus aliados, preocupados por el riesgo de condiciones de armisticio demasiado favorables para Rusia.
El 30 de abril, en el avión que regresaba de Hungría, tres días después de recibir en el Vaticano al primer ministro ucraniano Denys Smyhal, el Papa Francisco había expresado la disponibilidad de la Santa Sede para mediar a favor de los niños ucranianos secuestrados y trasladados a Rusia.
Según la prensa italiana, el Papa Francisco entregó al embajador ruso Alexander Avdeev, recibido para su visita de permiso el 11 de mayo, una carta en este sentido dirigida a Vladimir Putin. El papa Francisco, que se reunió tres veces con el presidente ruso en el Vaticano en 2013, 2015 y 2019, no ha podido establecer contacto directo con el líder del Kremlin desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania.