La Arquidiócesis de Caracas informó hace más de una semana acerca de un «falso sacerdote» cuya noticia ha causado revuelo en la Iglesia venezolana. Aunque no es la primera vez que esto ocurre, el hecho de mencionar a esa persona con nombres y apellidos y publicar varias fotografías durante una ceremonia, encendió las alarmas.
«Nadie puede recibir los sacramentos: bautismo, comunión, confirmación, matrimonio en los clubes, a no ser con un permiso muy especial que solamente puede conceder el Señor Cardenal, y para la fecha, con Su Eminencia Baltazar Porras, nuestro arzobispo, no concede ningún privilegio de casarse porque tenemos suficientes parroquias, iglesias y capillas para poderlos casar o recibir los sacramentos en cualquiera de ellas».
El padre Antonio Abeijón, canciller de la Arquidiócesis de Caracas, ratificó en este mensaje dirigido a la feligresía, la postura de la Iglesia metropolitana luego de que el 21 de abril, fuese denunciado un presunto «falso sacerdote» que ejercía en un club privado.
«De tal manera que corren el riesgo primero de los case o bautice o haga la comunión o confirmación un sacerdote que no sea realmente sacerdote católico que abundan en estos lugares por todas partes, aunque se visten normal pero no son sacerdotes».
Abeijón alertó que quienes acudan a estas personas no autorizadas corren el riesgo de que los sacramentos recibidos puedan ser «no válidos canónicamente».
Falso sacerdote en un club privado
En efecto, la Arquidiócesis de Caracas, dio la campanada de alerta sobre la práctica que venía ejerciendo un hombre identificado «como Héctor Márquez, que viste alba y casulla», informó la institución eclesial a través de sus redes sociales.
«No es sacerdote ni diácono y está realizando bautizos y bodas en el Club Campestre Los Cortijos, municipio Sucre, así como en otras casas de fiesta», agregó la Arquidiócesis de Caracas.
En tal sentido, exhortaron «a los párrocos a remitir una carta a los representantes de estos lugares, que estén dentro de los límites de sus parroquias, para reiterar tal prohibición, y a su vez informen a sus comunidades sobre este hecho».
Padre Molina: las 5 claves para identificar un falso sacerdote
El padre José Honegger Molina García, vicario episcopal para los medios de comunicación de la Arquidiócesis de Caracas, aseguró a Unión Radio que la información procedió de la recién creada Diócesis de Petare.
«La Iglesia católica tiene instituciones bien sólidas que son las casas parroquiales y los templos y hay que acudir a ellas. Los sacerdotes no andan ofreciendo sus servicios a la gente, todo tiene su vía legal», comentó. Además de considerar necesario pedirles identificación, dio a conocer algunas claves para identificar a los falsos sacerdotes:
Primero. «Presentarse ofreciendo servicios y atención religiosa en lugares ajenos del ámbito institucional, vale decir: templos, colegios católicos y obras de misión de la Iglesia católica». Recomendó acudir a esta instancia que son las reconocidas por la Iglesia.
Segundo. «Mostrar excesivo interés monetario con un prolijo discurso menesteroso».
Tercero. «Oferta de fácil solución a los trámites que son propios de una oficina y despacho parroquial». Recomienda igualmente acudir a estas oficinas.
Cuarto. «Estar dispuesto a complacer cualquier tipo de capricho y disparate (en caso de bodas y bautizos) que sean solicitados por los interesados».
Quinto. «Ambigüedad e imprecisión a la hora de ser abordado sobre su lugar fijo de residencia».
Actos sacramentales nulos e inválidos
El padre Molina García ratificó que los falsos curas siempre han estado en Caracas y otras ciudades y por tanto, recomienda: «Si los identifican y/o los conocen, favor denunciarlos a las autoridades competentes. Todos sus actos (sacramentales) son nulos e inválidos».
Por su parte, el Club Campestre Los Cortijos emitió un comunicado en el que manifestó su compromiso de investigar las denuncias realizadas por la Arquidiócesis de Caracas sobre el caso del falso sacerdote que administró sacramentos en la capilla del recinto.
Esto no es nuevo en Venezuela
La suplantación de funciones de la Iglesia por parte de estos «falsos sacerdotes» no es nueva en Venezuela. Así lo reseñó Aleteia hace unos años, indicando que el entonces arzobispo de Coro, Roberto Lückert León, deploró la fundación de la llamada «Iglesia Católica Reformada». Con ello el prelado dejó al descubierto que los líderes de esa «iglesia» se habían alineado con el «socialismo» impulsado por Hugo Chávez.
Luego, el cardenal Jorge Urosa se sumó a la denuncia indicando que estaba conformada por «disidentes de varias iglesias históricas» a la que se agregaron sacerdotes católicos, pero esos intentos no se quedarían únicamente en las estructuras formadas en Caracas.
En marzo de 2014, el obispo de San Cristóbal, Mario Moronta, advirtió sobre la presencia de personas en la zona norte del Táchira (Vicaria Natividad del Señor) llamados «Iglesia Apostólica de Venezuela». Allí mismo, en 2016, fue puesto al descubierto otro grupo.
Igualmente, el obispo de Guarenas, Gustavo García Naranjo, alertó el 1 de junio de 2015, que en la zona de Guarenas- Barlovento (estado Miranda) operaba un reducido grupo buscando crear confusión y pescar incautos.