Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Teresa, una médico jubilada, estaba de vacaciones en el país asiático el pasado mes de enero. Le encantaba viajar, a veces sola y otras en grupo. De hecho, era su cuarto viaje a la India.
Pero en esta ocasión, al día siguiente de llegar a Bombay (Munbai) sufrió un derrame cerebral que la dejó en coma.
Teresa en estado crítico
Los médicos del Hospital de Jaslok, donde la ingresaron, se comunicaron con sus hijos, Arturo y Aitana, para avisarles de la situación crítica de su madre. Su hija, también médico de profesión, al consultar las imágenes del escáner que le enviaron los médicos indios, supo que la situación era muy grave.
Así que ella y su hermano se trasladaron inmediatamente a la India. Aitana recuerda que "nada más verla en cama en la UCI yo ya sabía que no iba a despertar. Le poníamos canciones de Louis Armstrong, música clásica, el Eso que tú me das de Pau Donés, voces de amigas mandándole fuerza... Pero nada."
Informaron que era donante
Finalmente, Teresa murió el 11 de enero en India tras pasar seis días en coma. Las pruebas médicas confirmaron que se encontraba en muerte cerebral.
Fue entonces cuando sus hijos informaron a los médicos de que su madre quería donar sus órganos. Siempre había manifestado el deseo de ser donante. Fue una decisión difícil y dolorosa para ellos, pero cumplieron su voluntad.
Dudas e incertidumbre
Sin embargo, al manifestar esta decisión, tuvieron que firmar muchos papeles y autorizaciones. Y tanto papeleo les generó cierta incertidumbre.
Aitana ha explicado: "Mi madre siempre dijo que quería donar. Así que al decirlo en el hospital todo fue más sencillo. La verdad es que los médicos indios se sorprendieron mucho cuando se lo dije, como si fuera extraño eso. Yo les comentaba que en España donar era muy normal."
De hecho, si revisamos las cifras de la Organización Nacional de Trasplantes, en 2022 hubo en España 2.196 donantes muertos (una tasa de 46,3 por millón de habitantes), pero en India hubo nada más que 552 (0,4 casos por millón de ciudadanos). España es desde hace años el líder mundial en donación de órganos.
Tráfico de órganos
En cambio, desgraciadamente la India es el paraíso mundial del tráfico de órganos. Allí se han desmantelado tramas de tráfico de personas que vienen desde Nepal para llevarlas coaccionadas o engañadas a India, a centros específicos para trasplantar sus órganos a personas ricas que pueden pagarlos.
Este dato generó en los hijos de Teresa una gran desconfianza en el sistema. Fue cuando les entraron las dudas: "Pero no pagará por ellos la persona receptora, ¿verdad?". "¿Habrá una lista de pacientes donde se atenderán los casos más urgentes, ¿no?". "Los órganos no serán para el que tenga más dinero, ¿cierto?". Son preguntas que les vinieron a la cabeza.
Segundo donante extranjero
Finalmente, en la medianoche del 11 de enero al 12 de enero llevaron a Teresa al quirófano y a la mañana siguiente, a la cámara de incineración.
Según informó el periódico The Indian Express, y la Organización Regional y Estatal de Trasplante de Órganos y Tejidos de la India (ROTTO-SOTTO) su pulmón, hígado y riñones fueron administrados a tres pacientes indios, mientras que el corazón fue entregado a un ciudadano libanés y su hígado a un médico de 54 años de Bombay. En total, Teresa ha salvado a 5 personas.
También sus huesos y tendones fueron donados. Aitana afirma orgullosa que incluso les entregaron un diploma, porque Teresa se ha convertido en el primer donante de fuera de Asia y el segundo extranjero en donar órganos en la India. Ya que, en 2019, un ciudadano nepalí fue el primer donante internacional del país.
Noticia en el país asiático
Por esta razón Teresa ocupó los titulares de la prensa india hace un mes: porque su familia cumplió su voluntad después de muerta en un lugar donde casi nadie dona desinteresadamente sus órganos.
Y este gran gesto de generosidad se ha convertido en noticia y los medios lo destacan como ejemplo.
Por ejemplo, el neurocirujano que la atendió en el Hospital de Jaslok, el Dr. Sudheer Ambekar afirmó que la gente debería aprender de la familia que sin dudarlo donó los órganos a personas desconocidas en un país extranjero. "Ni siquiera necesitábamos asesorarlos para la donación ya que ellos mismos querían donar. Mostraron cómo la humanidad no está restringida dentro de las fronteras geográficas al darnos un ejemplo a todos."
Gratitud reconfortante
La gratitud con la que han recibido en ese país su gesto bondadoso es lo que reconforta en cierta manera a Aitana y a su hermano. Su hija recuerda que "en el ascensor del hospital, en el hotel... me ha parado la gente para darme las gracias."
Ella también agradece el trato recibido por todo el personal del hospital donde trataron de salvar la vida de su madre.
Al final lo que más la alegra y consuela son las 5 vidas que ha podido salvar su madre.