La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) dio a conocer un comunicado en el que se solidariza con la iglesia de Nicaragua por los «momentos de dificultades que están viviendo» los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos.
La misiva está firmada por el presidente del organismo monseñor Jesús González de Zárate Salas, que también es arzobispo de Cumaná. Con apoyo de los demás directivos de la CEV, la carta se dio a conocer públicamente, el miércoles 15 de febrero.
Expresan que siguen con «atenta preocupación», la expulsión y encarcelamiento de religiosos en el país centroamericano. También hablan del «enjuiciamiento y prisión del querido hermano» Rolando José Álvarez Lagos (56 años), obispo de Matagalpa.
«Hemos seguido con atenta preocupación los últimos acontecimientos que están marcando la vida y ministerio de todos Ustedes en la hermana nación nicaragüense: expulsión de sacerdotes, diáconos, seminaristas y religiosos, entre ellos, las Hermanas de la Caridad; así como el enjuiciamiento y prisión del querido hermano Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa», expresan.
La CEV resalta la «coherencia, decisión profética y acompañamiento» de la iglesia nicaragüense al pueblo de Dios en Nicaragua y «que mantiene viva la Palabra de la Verdad, la única que libera a los seres humanos».
Monseñor Álvarez, quien ha sido un duro crítico del régimen orteguista, fue condenado el viernes 10 de febrero a 26 años y 4 de meses de prisión luego de ser declarado culpable por «traición a la patria».
CEV pide «cambiar de corazones» a las autoridades de Nicaragua
El Episcopado venezolano pide «a Dios cambie los corazones de quienes han tomado esas decisiones, para que, además de reconsiderarlas y convertirse, entiendan que, por mandato divino, la Iglesia será siempre fiel a la misión profética de anunciar la palabra de liberación caminando junto con su pueblo».
De igual manera, en el comunicado los obispos de Venezuela «imploramos a la Virgen Purísima, Madre de Dios, venerada entre nosotros como María de Coromoto, su maternal protección para toda Nicaragua».
Se trata de un segundo comunicado emitido por la CEV en apoyo de la Iglesia católica en Nicaragua en menos de un año. El 19 de agosto de 2022, con motivo de la persecución implementada por Daniel Ortega Saavedra, también había dado a conocer creciente su solidaridad con los afectados.
En ese momento, uno de los párrafos de la CEV, fue el siguiente:
«Dolorosamente, esta situación, lejos de encontrar una adecuada resolución enmarcada en el ámbito de la legalidad y del respeto a la libertad religiosa y a la fe católica profesada por la inmensa mayoría del pueblo nicaragüense, se ha ido agravando hasta llegar al desalojo por parte de los organismos del Estado y la detención de monseñor Rolando José Álvarez Lagos y de sus acompañantes de la Curia Episcopal de Matagalpa».
Álvarez está aislado en el «infiernillo»
De acuerdo con el régimen de Nicaragua, la sentencia contra Rolando Álvarez ocurrió un día después de que rechazara subirse al avión que lo llevaría, junto con otros 222 excarcelados nicaragüenses, hacia Estados Unidos. El rechazo habría provocado la furia de Daniel Ortega, quien lo tildó de «soberbio», «desquiciado» y «energúmeno».
Monseñor Álvarez fue detenido en agosto de 2022 y se mantenía arrestado en su domicilio familiar, pero después de la sentencia fue llevado a la cárcel Modelo siendo confinado en el «infiernillo», una celda de máxima seguridad.
«Personas del penitenciario han dicho que fue llevado ahí, pero que está recluido en la 300, aislado», reveló una fuente de la iglesia al medio digital Despacho 505. Según la información reproducida por Aleteia, «monseñor está aislado porque el régimen no quiere que tenga contacto con ningún otro preso político».
