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El Papa Francisco considera que la renuncia de un Papa no debe convertirse en "una cosa normal". Así lo contó a los jesuitas que conoció durante su viaje a la República Democrática del Congo (RDC) y Sudán del Sur, del 31 al 5 de febrero.
La revista jesuita Civilità Cattolica publicó el 16 de febrero de 2023 el contenido de los intercambios entre el pontífice argentino y los miembros de la Compañía de Jesús. "No, eso no se me pasó por la cabeza". Así respondió el Papa Francisco a la pregunta de un jesuita de Sudán del Sur que le preguntó si estaba pensando en su renuncia.
En esa conversación recordó que había escrito una carta al inicio de su pontificado en la que contenía su renuncia en caso de que no estuviera en condiciones de salud y conciencia para poder renunciar -información que ya le había dado a un diario español el pasado mes de diciembre. "Pío XII también escribió una carta de renuncia en caso de que Hitler lo llevara a Alemania. Así habría dicho que habrían capturado a Eugenio Pacelli y no al Papa", justificó el obispo de Roma.
Esto no significa en absoluto que la renuncia de los papas deba convertirse, digamos, en una "moda", en algo normal.
Durante su encuentro con los jesuitas de la RDC, éstos también le cuestionaron sobre una posible renuncia. Volviendo a la existencia de esta carta, todavía quería aclarar las cosas. "Pero eso no significa en absoluto que la renuncia de los papas tenga que convertirse, digamos, en una 'moda', en algo normal", subrayó.
Refiriéndose al "coraje" de Benedicto XVI que pudo tomar esta decisión por su salud, el Papa agregó: "Yo, por el momento, no tengo eso en mi agenda". E insiste: "Creo que el ministerio del Papa es ad vitam. No veo ninguna razón por la que no debería ser así".
Finalmente argumentó que el ministerio de los grandes patriarcas fue siempre de por vida. "Y la tradición histórica es importante", subrayó. "Si, por el contrario, escuchamos “chismes”, ¡pues deberíamos cambiar de Papa cada seis meses!", él concluyó.
Obispo emérito de Roma y no Papa emérito
En una cuestión subsidiaria sobre la elección vitalicia del Superior General de los jesuitas, el Papa confió que era "conservador" en este punto. Luego explicó que esta disposición permitía, en particular, evitar "cálculos electorales", "facciones" o incluso "chismes".
Tras la muerte del papa emérito Benedicto XVI el pasado 31 de diciembre, en Roma circularon rumores sobre la posible renuncia del papa Francisco, de 86 años. Los rumores también anunciaron que Francisco ahora podría regular el estatus de papa emérito.
Pero en una entrevista con la agencia AP el 24 de enero, Francisco dijo que no quería enmarcar ese estatus. Según él, la Santa Sede todavía necesita ganar experiencia antes de regularizar las pensiones papales y no quiere limitar a futuros papas que quieran actuar de otra manera.
En su propio caso, explicó que si tuviera que dimitir, no sería "papa emérito", sino "obispo emérito de Roma" y que se trasladaría a la residencia para sacerdotes jubilados de la diócesis.