El padre Henry Miguel Kristen pertenece a la Congregación de la Misión (Padres Paúles), en Venezuela. Aunque él no es el protagonista principal de esta historia, sí tuvo mucho que ver en el matrimonio colectivo de unas 15 parejas con 48, 40, 39, 38, 30, 22 y 18 años de convivencia.
Realizó una extraordinaria labor evangelizadora en su parroquia, animando a que estas parejas "santificaran su hogar" recibiendo el sacramento del matrimonio.
La boda colectiva se realizó el 30 de diciembre de 2022, en la parroquia La Milagrosa de Valencia (Carabobo), en Venezuela. La comunidad diocesana y parroquial, así como los medios locales, no dejan de comentar la conmovedora ceremonia en la que las parejas se dieron el "Sí" ante Dios, sus hijos, familiares y vecinos que abarrotaron el templo.
Jesús y Brenda "por la Iglesia" después de 48 años
Una de las parejas protagonistas está conformada por Jesús González y Brenda Zuleika Gaitán, con 48 años como esposos desde el ámbito civil. Antes de la boda eclesiástica hablaron de lo que sentían con el padre Kristen. El padre envió los mensajes a Aleteia.
"Hoy me siento feliz. Mis deseos de recibir a Cristo sacramentado será una realidad el día de mañana. Yo, Brenda de González, llevo 48 años casada por el civil con mi esposo Jesús González. Tenemos tres hijos y toda la vida soñé con casarme en la iglesia y recibir la comunión", dijo Brenda. Añadía que su esposo nunca se quiso casar, pero ella se puso en oración a Dios y la Virgen, porque solo ellos sabían la necesidad que tenía de recibir a Jesús.
"Muchas veces en misa me sentía triste, pues no podía comulgar. El 26 de diciembre del año 2020 fue la comunión de mi nieta Andrea Sofía y mi esposo me preguntó: ¿por qué yo no recibí la comunión?" La mujer le contestó: "Por tu indecisión de dar el paso al matrimonio por la iglesia, estamos en pecado". Así logró conmover a su esposo Jesús.
Ese mismo día, a las tres de la tarde, Dios tocó el corazón de su pareja, quien le hizo la propuesta nupcial a Brenda: "Prepara todo que nos vamos a casar", contó emocionada. "Hoy me siento contenta porque Dios tocó su corazón y hoy todo se me ha hecho realidad".
"Ahora si podré recibir a Jesús sacramentado"
Andrés Cova y Blanca del Rosario Herrera también narraron su historia. Ellos viven juntos desde hace 39 años. En esta relación era la esposa quien no deseaba recibir el sacramento en la iglesia. Sin embargo, los planes del Señor eran otros. Andrés sí añoraba este sacramento y explicó sentirse "muy feliz que mi señora haya decidido casarse".
Agradeció la ayuda del padre Henry Kristen para que juntos tomaran la decisión de casarse por la iglesia. "Llevo 50 años sin poder comulgar y ahora sí voy a poder recibir el cuerpo de Cristo", repetía lleno de alegría en la ceremonia y el mensaje recibido por Aleteia.
Muy agradecidos al sacerdote por la visita
Esther Portillo y Wilmer Ojeda, dijeron que llevan 18 años de unión concubinaria. De ellos nacieron tres hijas. Agradecieron al padre Kristen por haber tomado esta iniciativa de lograr el matrimonio eclesiástico de sus padres. "Ahora nos sentimos bendecidos por Dios".
Elizabeth María Martínez y Ender Francisco Silva sintieron una gran alegría cuando los visitaron en su casa con la propuesta de matrimonio. "Fue una alegría y gozo; experimenté la presencia de Dios que sí escuchó mi oración", dice el mensaje de los esposos.
"Hoy es un día especial para nosotros, de encuentro con Dios y su presencia en nuestra vida. Hoy vamos con la alegría y el gozo de encontrarnos con Dios a recibir su gracia y bendición".
"El matrimonio es un viaje para toda la vida"
El padre Henry Kristen siempre ha trabajado como misionero de los padres paúles en zonas de alta vulnerabilidad y conoce a fondo la realidad social, emocional y espiritual de la gente en las periferias de Venezuela. Comentó que ha vivido en esta comunidad y conoce a sus vecinos desde hace muchos años. Ahora es párroco de La Milagrosa desde hace un año.
Visitaba a estas familias en sus hogares y les hablaba de la importancia de recibir la bendición de Dios para su unión, mediante el matrimonio. "Es un trabajo en el que he recibido el apoyo de los esposos Contreras: Carolina y Víctor, ambos de la pastoral familiar de la Arquidiócesis de Valencia. Ellos dieron su aporte y compañía a estas parejas".
Comentó que la respuesta por parte de las parejas vecinas fue satisfactoria para lograr estos testimonios que significan una victoria de Dios. "Tuve varios meses hablando con ellos. Incluso, fui a las casas para llenar sus expedientes porque algunos sentían pena", explicó.
"Casarse y compartir la vida en pareja es un viaje hermoso", les decía a los "novios" durante la preparación. "Este viaje es para toda la vida; no es fácil, pero tampoco están solos porque los acompaña Jesús", parafraseó del Papa Francisco.
"¡Qué bendición tan grande! Era justo y necesario comprometer a estas 15 parejas que llevaban muchos años sin poder recibir los sacramentos de la reconciliación y de la comunión. Hablando con ellos, catequizándolos y haciéndoles saber de la importancia del sacramento del Matrimonio, dieron el paso definitivo después de tantos años de espera".
"Lloré con ellos en la Confesión y durante la Boda"
El sacerdote precisó que el día anterior de la santificación de hogar, pasó toda la mañana, tarde y noche y la mañana del día siguiente, confesando a cada uno de los contrayentes. Al principio, algunos sintieron pena de prepararse para recibir estos sacramentos, pero finalmente, ante el buen trato y respeto demostrado hacia ellos, accedieron a la formación y recibirlos.
"Noté la alegría que produce este sacramento de la Confesión o de la reconciliación en cada una de las parejas. Observé sus lágrimas mientras se confesaban. Me decían son 48, 40, 39, 38, 30, 22, 18 años que no nos confesaban y, hoy llegó el momento esperado para mi confesión. Lloré con ellos".
Igualmente, para el día de la boda colectiva, a la hora del momento de comulgar, "les decía: ‘el Cuerpo de Cristo’, y con el Amén, las lágrimas corrían por su rostro", detalló en el mensaje de voz enviado a Aleteia.
El padre Henry Kristen, se compromete a darle continuidad a esta labor con la pastoral familiar parroquial. "Es necesario hacerlo en medio de una sociedad secularizada y que ya no cree en el matrimonio, cuando este sacramento es la imagen del amor de Dios por nosotros; del amor de cada hombre o mujer por la persona amada".
Para ello – dijo – se cuenta con las 15 familias que compartieron y contagiaron alegría en nuestra parroquia. El sacerdote de los Paúles concluye con un: "¡Alabado sea Jesucristo!"