En Manarola, en el corazón del Parque Nacional de Cinque Terre (Italia), como tradición, el 8 de diciembre se enciende el pesebre iluminado más grande del mundo.
El Belén de Manarola que ilumina todo el pueblo durante aproximadamente un mes fue construido por Mario Andreoli, un ex empleado de los ferrocarriles italianos ahora jubilado.
Un arduo trabajo que comenzó en el año 1961, cuando Mario limpiando su bodega, en vez de tirar todo el material en desuso decide reciclarlo construyendo un enorme pesebre.
Lo que vemos hoy es el resultado de 61 años de trabajo minucioso y apasionado: un belén poblado por más de 300 figuras de tamaño natural iluminadas por más de 1700 bombillas.
Las figuras son de tamaño natural: Niño Jesús, María, José, pastores, pescadores, ovejas, delfines, gaviotas, camellos, ángeles, Reyes Magos, etc. En el año del coronavirus se incluyeron figuras de médicos y enfermeras.
Una postal maravillosa que atrae a miles de turistas, en una tierra que ya es una de las más hermosas zonas naturales mediterráneas en Liguria.
Un pesebre todo "Green"
El pesebre de Manarola se inauguró oficialmente en 2007 y ese mismo año entró en el Libro de los Récords Guinness como el pesebre iluminado más grande del mundo.
Al año siguiente, la representación se volvió respetuosa con el medio ambiente porque se construyó un sistema fotovoltaico específico para generar la electricidad necesaria para ser autosuficiente.
Asociación Pesebre de Manarola
Desde algunos años se ha creado la Asociación Pesebre de Manarola, para ayudar a Mario Andreoli debido a que siempre le cuesta más seguir con su proyecto a causa de su estado de salud y su avanzada edad.
La asociación lleva su nombre y está compuesto por residentes y vecinos, que se comprometen a continuar con esta hermosa obra de Marioli.
Fuente: lecinqueterre.org