1POR QUÉ EL SUFRIMIENTO ES EL PRECIO A PAGAR PARA VIVIR EN UN MUNDO SIGNIFICATIVO
The Tablet dedica una columna al "dilema teológico llamado teodicea", o "la imposibilidad de reconciliar la bondad de Dios con la existencia del sufrimiento humano". El periodista Clifford Longley plantea este dilema de esta manera: “Si realmente le importara, lo detendría. Pero o no puede, por lo que no es todopoderoso, o realmente no le importa, por lo que no es todo amoroso. Por lo tanto, las dos doctrinas acerca de Dios no pueden ser ambas verdaderas. Este dilema también se resume en la famosa disputa entre Voltaire y Leibniz tras el terremoto de Lisboa que destruyó la ciudad en 1755 y mató a miles de sus habitantes.
Leibniz afirmó que todo era para bien en el mejor de los mundos posibles; Voltaire lo ridiculizó en su novela Cándido . “En general se aceptaba que Voltaire había ganado la batalla. Dios podría haber evitado el terremoto y no lo hizo, por lo que Él, y tal vez deberíamos quitar la letra mayúscula, no existe”, señala The Tablet, en lo que, quizás, Leibniz tenía razón… Porque el mundo se rige por una ciencia predecible, no por milagros fortuitos. “La existencia misma del mundo que conocemos depende de la consistencia de las leyes científicas y del vínculo garantizado entre causa y efecto. Son ellos los que explican la existencia del sufrimiento, y no un misterioso objetivo superior por el cual el sufrimiento resultaría de una u otra manera ventajoso a nivel espiritual”, explica el cronista. “El mundo es como es, y allí existe el sufrimiento, porque es la única opción racional. Si Dios hubiera intervenido para prevenir el terremoto de Lisboa, debería haber intervenido para prevenir todos los terremotos y todos los demás desastres, naturales o provocados por el hombre, entonces y ahora. Es el precio a pagar por vivir en un mundo significativo, el único mundo posible que podemos imaginar. Leibniz tenía razón y (…) yo también”, concluye.
2EL ARZOBISPO DE MOSCÚ QUIERE UNA "PAZ JUSTA" ENTRE RUSIA Y UCRANIA
Monseñor Paolo Pezzi, arzobispo de Moscú desde 2007, es un misionero italiano residente en la Federación Rusa desde 1993. Después de casi 30 años de misión en este país complejo y aislado, el arzobispo de nacionalidad italiana (nacido en 1960, en un municipio de Emilia-Romaña llamada... "Russi"), subraya la necesidad de mantener el diálogo con la Iglesia ortodoxa y de ofrecer "perdón sin condiciones previas, como el perdón de Jesús en la cruz" para lograr la paz en Ucrania. Su inmensa diócesis, cinco veces el tamaño de Francia, cubre la parte europea de Rusia, con alrededor de 70.000 católicos para una población total de 58 millones. “La Iglesia católica en Rusia vive hoy un momento especial de gracia, porque en la situación en la que nos encontramos está casi obligada a redescubrir el sentido de su propia presencia”, explica en el contexto de la guerra en Ucrania y el endurecimiento del régimen.
Los católicos están viviendo el “desafío significativo y dramático” de encontrar su identidad “en paz y libertad”. Ante el miedo, la duda y la incertidumbre, “los fieles piden consuelo, apoyo, piden que no los dejen solos”, precisa. A nivel de diálogo con la Iglesia ortodoxa, reconoce que “las relaciones se han enfriado un poco” y que el diálogo teológico está “en los pantanos”, pero cuenta con los intercambios académicos para relanzar este proceso ecuménico.
En cuanto a la ofensiva en Ucrania, “la Conferencia de Obispos de la Federación Rusa intervino con dos declaraciones al inicio de la operación militar y durante la movilización a las armas”, recuerda. Estamos convencidos de que el perdón, la depuración de la memoria histórica y el diálogo son las condiciones de una paz justa”, explica, subrayando que “la voluntad de la Santa Sede es la única propuesta real y concreta de paz, porque el Papa es el único uno de hoy que no tiene en el corazón sus propios intereses, sino el bien de las personas, de los pueblos y de los países”.
3Y TAMBIÉN EN LA PRENSA INTERNACIONAL…
¿El obispo Paglia malversó dinero?
Según información de The Pillar, el presidente de la Academia Pontificia para la Vida, monseñor Vincenzo Paglia, habría malversado "cientos de miles de euros" destinados a obras misioneras y caritativas para renovar su apartamento personal en particular. El obispo Paglia afirmó haber devuelto parte del dinero.
Un nuevo galardón para el cardenal Tolentino Mendonça
El joven cardenal portugués José Tolentino Mendonça, nuevo prefecto del dicasterio de Cultura y Educación, ganó el premio Ilidio Pinho, que promueve y defiende los valores universales de Portugal. El poeta cardenal de 56 años ya ha sido elogiado muchas veces por sus obras literarias.
La Embajada de Francia ante la Santa Sede abre sus puertas
Florence Mangin, embajadora de Francia ante la Santa Sede que llegó este año, quiso hacer accesibles los salones y jardines de Villa Bonaparte, una de las embajadas más bellas de Roma. A partir del 3 de enero se podrán realizar visitas guiadas 2 días a la semana.