María de San José es la primera beata de Venezuela y actualmente su causa de canonización sigue adelante, aunque en la fase diocesana. La congregación de las Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús, abriga grandes esperanzas de que alguno de los muchos milagros ocurridos por intercesión de la primera beata de Venezuela, le permitirá alcanzar la canonización.
«La vida que ella experimentó fue la de una verdadera santa. Le debo muchos favores», expresó Marisela Altuve, fiel devota de la religiosa agustina recoleta a la entrada de la Catedral de Los Teques, estado Miranda, el domingo 4 de diciembre. «¡Cómo me voy a perder ver de cerca el corazón de la primera beata de Venezuela!», acota con alegría.
Peregrinación
En efecto, recientemente inició una peregrinación denominada: «Al Encuentro de su Pueblo», que hasta el 11 de diciembre llevará el «corazón real» de la beata María de San José a varios lugares de la Arquidiócesis de Caracas.
Se trata de una primera etapa, en la que el corazón de la religiosa contenido en un relicario llegará a varios colegios y parroquias de Caracas atendidos por los agustinos recoletos. Luego darán a conocer otros recorridos con una reliquia magna que les permitirá dar a conocer aún más la vida y obra; además de exaltar la santidad y devoción de la beata venezolana.
La hermana Gracelia Molina, vicepostuladora de la causa de canonización de María de San José, es una de las responsables de esta peregrinación. Informó que en el año 2023 se van a realizar otras peregrinaciones en varias diócesis de Venezuela, pero no sería la reliquia del corazón porque por ser carne es más delicado y se puede comprometer la preservación.
«Por tanto, para los lugares más lejanos y calurosos se tiene previsto hacerse con la reliquia magna que consiste en la osamenta, es decir, de hueso que será la reliquia peregrina que visitará los demás lugares del país», conoció Aleteia.
Al encuentro con el beato José Gregorio
Una de las paradas de esta peregrinación del corazón real de María de San José iba a ser este jueves 8 de diciembre, en el Santuario Nuestra Señora de la Candelaria en Caracas. Allí se iba a dar un encuentro entre la religiosa que fundó 38 casas entre hospitales, asilos, colegios, casas de mendigos, escuela nocturna para domésticas, leprocomios, hospitales antituberculosos en varios lugares de Venezuela y el beato José Gregorio Hernández Cisneros.
Del «Médico de los pobres» se conoce que el 20 de junio de 2022, el cardenal Baltazar Porras presentó en el Dicasterio para la causa de los santos en el Vaticano, el dossier contentivo de un presunto milagro ocurrido en Miami, el cual podría elevar a los altares de la santidad.
María de San José y José Gregorio Hernández vivieron en la misma época, cumpliendo la voluntad de Dios y viviendo el Evangelio de Cristo desde las realidades donde estuvieron.
«Madre María de San José posteriormente fue una gran devota de José Gregorio Hernández y siempre oraba por su beatificación que hasta lo estableció como norma en la congregación», destacó el investigador religioso Pedro Reinaldo Bravo.
«El encuentro será propicio para exaltar también la santidad del médico venezolano que practicó la caridad en el ejercicio de la profesión de la medicina, de orar por la pronta canonización de ambos beatos como también de las beatas Candelaria de San José y Carmen Rendiles y pedirles por nuestras necesidades», acotó.
Siguen intercediendo por el pueblo
De igual manera, resalta que la hermana Gracelia Molina, refiere sobre la importancia de este encuentro entre María de San José y el galeno trujillano, lo siguiente:
«Hoy, nuestros beatos, no sólo constituyen un ejemplo a seguir, no sólo nos brindan una propuesta de santidad válida para todos, sino que, desde el cielo, siguen intercediendo por el pueblo que acude a ellos con la esperanza de ver colmadas sus urgentes necesidades».
Un corazón que latió con amor durante 92 años
«Como requisito previo para la beatificación, se efectuó el 19 de enero de 1994 la exhumación de sus restos mortales encontrándose su cuerpo incorrupto después de 27 años de estar sepultada», refiere Pedro Reinaldo Bravo. En ese año se realizó un primer proceso de conservación y en el año 2014 el segundo, en el que «se extrajo su corazón».
La hermana Gracelia Molina indicó que «el corazón se sometió a un proceso de hidratación y puesta posteriormente en un relicario que posee los signos agustinianos y donado por la Orden de los Agustinos Recoletos en Roma».
Durante el inicio de la peregrinación se pudo conocer que el lema del corazón está vinculado al hecho que durante sus 92 años de vida terrenal el órgano de la Madre María de San José latió con verdadero amor a la sagrada eucaristía.
«Fue un corazón que cumplió la voluntad de Dios en cada instante de su vida, ese corazón quien practicó la caridad en todo momento con el pobre y necesitado, ese corazón que amó y respetó a la Iglesia, ese mismo corazón en estos días se está encontrado con su pueblo para que le tengamos devoción e imitemos sus virtudes», escribe Pedro Reinaldo.
Causa discreta pero activa
La Madre María de San José nació en Choroní, estado Aragua el 25 de abril de 1875 con el nombre de Laura Evangelista Alvarado Cardozo. Falleció en la ciudad de Maracay el 2 de abril de 1967 a la edad de 92 años y fue beatificada por San Juan Pablo II en la plaza de San Pedro del Vaticano el 7 de mayo de 1995.
La causa de canonización de la beata María de San José se maneja con mucha cautela a nivel diocesano. Sin embargo, fuentes vinculadas a la iglesia aragüeña resaltan que en la actualidad se estudia un presunto milagro y, posiblemente, muy pronto instalarán el tribunal respectivo. Estos recorridos son, posiblemente, el inicio de buenas noticias para los venezolanos.
