Lionel Messi jugará su quinto Mundial en Qatar 2022. Dice en entrevistas que seguramente será su último torneo. Los amantes del fútbol no están preparados para semejante noticia aún, pero lo evidente es que en esta etapa de su vida Messi se muestra más maduro que nunca, en la seguridad de sus declaraciones, en los detalles de las relaciones con los simpatizantes, en la templanza de su juego.
Siempre medido, ni siquiera tomando a juego una pregunta que podría haberlo llevado por esos rumbos, el capitán del seleccionador argentino aclaró que no realizó ninguna promesa de fe para este Mundial. En otra ocasión, para Rusia 2018, había respondido a la señal TyC Sports que iría caminando al santuario de la Virgen de San Nicolás en caso de ganar. Pero en esta ocasión, con mayor serenidad, en una entrevista al diario deportivo Olé, respondió:
"La verdad que no soy de hacer promesas ni he hecho promesas. Simplemente siempre pienso que Dios es el que decide, Dios sabe cuándo es el momento, cuál es el momento y lo que tiene que pasar. Y siempre soy un agradecido de todo lo que me pasó tanto en lo futbolístico como en mi vida. Lo que tenga que venir, va a venir y creo que Él es el que decide. Simplemente pienso en eso, la verdad es que no soy de hacer promesas".
En otro momento de la entrevista de Olé, Messi promete a sus compatriotas dar el máximo para conquistar el torneo y vuelve a proponer un sosegado equilibrio: "Se la vamos a pelear a cualquiera porque este grupo pelea todos los partidos de igual a igual, jugando mejor o peor. No tengo dudas de que no va a regalar nada, que pueda salir de la mejor manera, y ojalá Dios nos ayude".
Messi nunca ha ocultado su Fe agradecida
Tras cada gol Messi se santigua. Tras ganar la Copa América en 2021 ha agradecido explícita e insistentemente a Dios. Y en una entrevista en 2018 expresó que adjudicaba su talento a la voluntad de Dios: "Fue Dios quien me hizo jugar así, quien me dio ese don, no tengo duda de eso. Él me eligió a mí. Y, obviamente, yo después hice todo lo posible para intentar de superarme y de lograr poder triunfar. Pero, obviamente, sin la ayuda de Él, no hubiese llegado a ningún lado".
Su testimonio, junto con el de numerosos deportistas de distintas confesiones cristianas, muchos de ellos sudamericanos, y también islámicos, ha sido una involuntaria reacción a las intenciones de la FIFA de restringir expresiones que transparenten identidades religiosas a principio de siglo.
En 2009, la entidad que regula el fútbol a nivel mundial había llegado a advertir a la Federación Brasileña de Fútbol por el tiempo que sus jugadores pasaban en el campo de juego rezando en torno a los partidos. También había sido bastante explícito el directivo europeo de origen danés Jim Stjerne Hansen, quien pretendía que así como la política no debía involucrarse en temas de fútbol, tampoco la religión.
Las declaraciones e incluso advertencias de posibles sanciones y restricciones de la FIFA nunca llegaron a concretarse. La transparencia en las convicciones de los deportistas, entre ellos el capitán argentino, pudo más.