La vida en el planeta corre peligro y el reloj no se detiene. El papa Francisco lamenta que en decenios, muchos países han vivido bajo un «sistema voraz» que ha expuesto al límite a la casa común y marginado a millones de seres humanos.
Los países pobres pagan los platos rotos del cambio climático y de la contaminación. Invertir millones para ir a Marte es un sueño. Pero la realidad es que «no hay un plan(eta) B», advierte el Papa.
Las Seychelles, las islas paradisiacas ubicadas en el océano índico que producen apenas el 0.1% de gas invernadero, corren el riesgo de desaparecer sumergidas por el mar. Los glaciales árticos se descongelan por la actividad industrial y el nivel del mar aumenta.
La "máquina del tiempo" de la NASA muestra los cambios climáticos en la Tierra desde 1880. La evolución de la temperatura global, el aumento del dióxido de carbono en la atmósfera terrestre y el deshielo de los polos en los gráficos de la agencia espacial estadounidense demuestran que la situación es real (Ver vídeo).
La COP27 que se celebra esta semana en Sharm el-Sheikh y reúne a un centenar de jefes de estado y de gobierno tienen una responsabilidad en la protección de la Casa Común. Los compromisos de las cumbres anteriores fueron insuficientes para reducir el efecto invernadero.
Camino al infierno
En la apertura de la COP27, resonaron frases duras - "estamos en un autopista hacia el infierno", aseguró el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Asimismo, las acusaciones de los países en desarrollo - "el Sur global sigue a merced del Norte global", dijo la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, -, y vagas promesas de los europeos - "no sacrificaremos nuestros compromisos climáticos bajo la amenaza energética rusa", reiteró el francés Emmanuel Macron.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, hizo una intervención atacando al mundo industrializado. Y los países en desarrollo culpan al Norte global por obligarles a pagar la factura de sus impagos al medio ambiente: “es la injusticia climática”.
Refugiados climáticos
Por su parte, el Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi, insta a los líderes mundiales a frenar las consecuencias humanitarias más devastadoras de la crisis climática y a evitar un futuro catastrófico para millones de personas obligadas a abandonar sus hogares.
Más del 70% de los refugiados y desplazados del mundo proceden de los países más vulnerables a los fenómenos climáticos, como Afganistán, la República Democrática del Congo, Siria y Yemen.
Os ruego en nombre de Dios....
«En nombre de Dios pido que protejamos la casa común». Es la exhortación que hace el Papa a la humanidad en su último libro: «Os ruego en nombre de Dios. Por un futuro de esperanza», editado por el periodista argentino Hernán Reyes Alcaide, bajo el sello Mensajero, del Grupo de Comunicación Loyola, con motivo de sus 10 años de pontificado, a cumplirse en marzo de 2023.
Aquí algunas de las exhortaciones del Papa sobre el cuidado de la Casa Común:
1Dejen de consumir con voracidad
«Un desenfreno consumista para unos pocos, que solo ha sido posible a través del descarte de muchos otros y con agresiones al ambiente, corren el riesgo de ser irreparables».
2Vean el reloj
«El reloj apremia, la vida toda corre peligro, pero estamos a tiempo. Hago mío el eslogan de algunas de las múltiples maravillosas manifestaciones juveniles contra este modelo de depredación: ‘no hay un plan(eta) B».
3Dejen de contaminar....
«Quiero pedirles a las grandes corporaciones mineras, petroleras, forestales, inmobiliarias y de agronegocios, que dejen de destruir los bosques, humedales y montañas; que dejen de contaminar los rios y los mares; que dejen de intoxicar los pueblos y los alimentos».
4La Tierra no soporta nuestra avidez
«La pérdida de biodiversidad, la degradación del medio ambiente y el calentamiento global son algunas de las consecuencias inevitables de nuestras acciones, y la Tierra ya no puede soportar que sigamos consumiendo sus recursos con tanta avidez»
5Parad que la voracidad deviene en injusticia
«Esta voracidad sobre los recursos naturales para mantener un sistema que mata encierra además una enorme injusticia».
6Los pobres pagan los platos rotos
La crisis climática la pagan los países «más pobres». Mientras «los países más desarrollados son los que más uso y abuso hacen de nuestros recursos».
7Dejen de considerar la Tierra una propiedad....
«La debacle ambiental a la que asistimos debe recordarnos que la creación no es una propiedad de la cual podamos disponer a nuestro gusto».
8No es una cuestión ambiental
Defender la Casa Común «no es solo una cuestión ambiental, es un imperativo moral».
9Dejen atrás el cumbrismo mundial, es hora de actuar
Preocupación por un «cumbrismo mundial» que no va «acompañado de acciones concretas, duraderas y que requieren coraje de la dirigencia internacional».
10Vamos por medidas para limitar el aumento de la temperatura
«Necesitamos que los Gobiernos se pongan a la cabeza de una de las misiones más importantes que ha afrontado la humanidad. Es importante que todos les pidamos que adopten lo antes posible medidas que limiten el aumento de la temperatura media mundial».
11Promuevan la transición a energía limpia
Procesos para poner en marcha: «promover la transición a la energía limpia; adoptar prácticas de uso sostenible de la tierra que preserven los bosques y la biodiversidad; favorecer sistemas alimentarios que respeten el medio ambiente y las culturas locales […]»
12 Faciliten el acceso a energías limpias del Norte al Sur
«Sería ventajoso para todos que los avances que logren los países más desarrollados vayan acompañados de transferencias de conocimiento, tecnología y recursos hacia las naciones más pobres para su implementación».
13El ecocidio es un crimen
«El ecocidio es un crimen contra la paz y la humanidad y así debería ser reconocido por la comunidad internacional».
14No adsolutizar el problema
Proteger la Casa Común desde la doctrina Social no significa «adsolutizarla» y «colocarla, en dignidad, por encima de la misma persona humana».
15Copien y vivan la filosofía del buen vivir...
El Papa propone la denominada «filosofía del buen vivir, que se ve en muchos pueblos originarios de zonas como la Amazonía». Es decir, «vivir en armonía consigo mismos, con la naturaleza, con los seres humanos y con el ser supremo».