Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
El cardenal Leopoldo José Brenes desde Roma confirmó a Aleteia que «hay diálogo» con el gobierno de Nicaragua, donde se encuentran en la cárcel varios miembros de la Iglesia católica, entre ellos el obispo Rolando Álvarez. Ante la persecución, «la Iglesia trabaja silenciosamente».
«La Iglesia no busca hacerse propaganda», dijo a Aleteia el arzobispo de Managua quien recibió el apoyo del papa Francisco, en el marco de la audiencia privada concedida a la Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y en la que se hizo entrega del texto Hacia una Iglesia sinodal en salida a las periferias. Reflexiones y propuestas pastorales a partir de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe (31.10.2022).
En el avión que le traía de regreso de su 38º Viaje Internacional a Kazajistán, el Papa aseguró que el diálogo con Nicaragua sigue adelante; lo cual «no significa que apruebe» o «desapruebe todo» lo que hace la administración de Daniel Ortega. Lo imperativo es «resolver los problemas».
Francisco está al tanto de la persecución de los sacerdotes y de las religiosas, no entiende qué daño han hecho las religiosas de la Madre Teresa para que se les impida su regreso a Nicaragua. Asimismo, ha considerado un hecho «grave desde el punto de vista diplomático», la expulsión en marzo pasado del nuncio apostólico, Waldemar Sommertag, quien había participado hace tres años en las negociaciones entre oposición y gobierno (15.09.2022).
-El Papa Francisco ha denunciado que la persecución de los cristianos hoy es mayor que en los primeros siglos de la cristiandad. ¿Cómo se leen estas palabras en el contexto de lo que vive la Iglesia en Nicaragua?
«Yo creo que es parte de la vida de la Iglesia. Casualmente, un cristiano un día se acercó a mí y me dijo: 'Monseñor, en el Credo de la Iglesia se habla de cuatro propiedades: Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica’ -. Pero le falta una’ - ¿Y cuál es la que falta?, pregunté. 'Y perseguida’, respondió. El Santo Padre constantemente nos recuerda que la persecución de los cristianos hoy es mayor que en los primeros siglos. No podemos decir que no. Yo pienso que la iglesia va a ser de una u otra forma siempre perseguida, no solamente a nivel político, a nivel ideológico, a nivel de competencias. Los apóstoles sufrieron también persecución y no por ello dejaron de anunciar a Jesucristo. Ante las situaciones que podamos vivir ‘X o Y’ tenemos que seguir adelante anunciando el Evangelio».
-El Papa dice que la comunicación verdadera se hace con aquellos que no piensan igual que nosotros. ¿Usted cómo está aplicando esta posición del Papa también en el diálogo con el gobierno actual en Nicaragua?
«Mire, nosotros tenemos que siempre anunciar el Evangelio indistintamente. Yo creo que siempre a tiempo y a destiempo, tenemos que seguir adelante. Y yo personalmente digo que no solamente tenemos que contentarnos con hacer una publicación (denuncia), sino cómo católicos, nos toca parecernos a Jesús. [...] Con el testimonio en nuestras vidas, los demás descubran que verdaderamente somos cristianos, que somos católicos y que Cristo está en nuestro corazón. Entonces el testimonio en nuestras vidas no solamente tiene que darse con palabras, sino con nuestras actitudes. Y creo que muchas veces nos puede faltar eso, las actitudes que estamos llevando adelante: ¿Cómo son nuestras actitudes? Y eso es lo que tenemos que cuestionarnos».
- Hay un clero que está siendo perseguido en Nicaragua, incluso el obispo Rolando Álvarez está todavía en la cárcel. ¿Cómo llevar adelante el tema del diálogo ante esta situación?
«La Iglesia trabaja silenciosamente. La Iglesia no busca hacerse propaganda, ni nada de eso, sino que va adelante, va como las hormiguitas y creo que eso es un trabajo que se está haciendo poco a poco para que todo diálogo tenga fruto. Y como siempre digo, el diálogo no comienza un día y termina el otro día. El diálogo tiene que ser una parte permanente pidiendo al Espíritu Santo que nos ilumine. Cómo podemos seguir y cómo hacer las cosas mejor».
-El trabajo que la Iglesia está haciendo en Nicaragua , como usted dice, es silencioso pero operante, sin embargo, a veces, a los ojos del mundo el silencio es mal interpretado o considerado infructífero.
«Sí, yo creo que a veces la gente quiere que nosotros entremos en confrontación y sobre todo, con todo respeto para ti como periodista, los periodistas nos están abucheando para que uno baje a la confrontación y la Iglesia no es confrontativa. La Iglesia más bien es propositiva y trabaja despacio, siempre inspirada por el Espíritu Santo. Yo siento que el Espíritu Santo sabe llevar las cosas. La Iglesia no la llevamos nosotros, los obispos, ni el sacerdote. La Iglesia la lleva el Espíritu Santo que sabe trabajar. Pero a veces queremos trabajar como puede trabajar el mundo. Y la Iglesia no trabaja con los esquemas del mundo, sino que trabaja con los esquemas del Espíritu Santo. Pablo VI lo dijo: 'Después de Pentecostés, la Iglesia está en manos del Espíritu'. Si la Iglesia estuviera en manos de los hombres, yo creo que ya la hubiéramos echado a perder.»
-En Mateo 10:16, Jesús advierte a sus discípulos: ‘yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed pues prudentes como serpientes, e inocentes como palomas. ¿Usted cómo lo aplica en su vida espiritual?
«El Papa dice que no tenemos que hacer oraciones de bla bla bla. Ni oraciones tan largas, sino oraciones cortas como la Jaculatoria (que es una breve oración o invocación). Yo desde hace años le pido al Señor: '¡Que sea fiel, humilde y testigo de tu amor!' Los apóstoles le pidieron un día al Señor 'Auméntanos la fe'. Bueno, necesitamos orar como los apóstoles: 'Enséñanos a orar'. Entonces yo creo que también nosotros tenemos que pedirle al Señor que nos aumente la fe. Cristo pregunta: "Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?"(san Lucas 18,1-8). En una ocasión, el Papa Benedicto XVI dijo que para tener fe se necesita humildad. Qué bonito aquel texto que generalmente rezamos cuando celebramos la fiesta de San Francisco y Santa Clara: "Te doy gracias, Padre, porque has escondido estas cosas a los sabios y las has revelado a la gente sencilla”, San Mateo (11,25-27). Los sabios de hoy, que sacan un doctorado en la universidad y que se jactan de que sacaron la licenciatura, a menudo pierden la humildad de la sencillez y no son capaces de descubrir el mensaje, la revelación del Señor.»
-¿Puede compartir un ejemplo concreto de entendimiento humilde de la revelación?
«A mí me llama la atención el testimonio de los delegados de la Palabra, los campesinos, gente que quizás no ha tenido estudios pero tiene una experiencia de Jesucristo. Yo creo que lo importante es que podamos tener una experiencia personal, íntima y profunda de Jesucristo. Yo daba gracias al Señor en estos días y lo compartía con la gente. Mi madre acaba de fallecer hace un mes, le agradezco al Señor que me ha dado una madre que me educó en valores, me educó en la fe y no solamente con palabras, sino con el testimonio de su vida. Y en los campesinos yo encuentro un testimonio maravilloso. Hay un jovencito que a los 22 años quiso ingresar al seminario, pero solo tenía segundo grado de primaria y cuando yo me lo llevé al seminario le dije: 'te quiero pedir una cosa, te voy a llevar al seminario, pero nunca pierdas la inocencia de tu ser campesino'. Ahora el sacerdote es Vicario General de una diócesis. Para mí es un valor grande, un testimonio en mi vida, verlo a él que mantiene una humildad, una sencillez de su ser campesino.»