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A los 94 años, en su casa de Holanda, murió el martes pasado Andrew van der Bijl, conocido en los países de habla hispana como Hermano Andrés (Brother Andrew en todo el mundo).
Un misionero laico, famoso por ser “contrabandista” de biblias en países comunistas en plena Guerra Fría. Hazañas que lo llevaron a ser considerado por muchos como “el Contrabandista de Dios”.
El hermano Andrés fue el fundador de la organización Open Doors (Puertas Abiertas), una organización internacional sin fines de lucro que pasa por ser el ministerio cristiano más antiguo para defender e informar sobre los cristianos perseguidos en todo el planeta.
Hoy –después de 67 años de haber sido fundada-- Open Doors se encuentra en sesenta países y además de proporcionar biblias, da ayudas de emergencia, capacitación vocacional, reconstrucción comunitaria y otras ayudas esenciales a los cristianos que son perseguidos por su fe.
Este singular misionero laico, casado y padre de cinco hijos y abuelo de 11 nietos, se ganó el apodo de “contrabandista de Dios” por su audacia para entregar biblias en los países detrás de la Cortina de Hierro. Fue hombre de acción y de profunda oración quien estuvo casado por 59 años con su esposa Corry.
“El hermano Andrew era un hombre común que eligió ir a lugares difíciles y hacer cosas asombrosas por una razón: estaba siguiendo a Jesús”, dijo David Curry, presidente y director ejecutivo de Open Doors en Estados Unidos.
Su gran pasión
Nacido en 1928, tras sufrir la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial, marchó a Polonia en donde se percató de que los cristianos en los países dominados por el comunismo se encontraban totalmente aislados.
De ahí comenzó lo que él mismo denominó como una pasión: servir a las iglesias censuradas y acalladas por los comunistas y llevarles la Biblia a los cristianos que no tenían el más mínimo acceso a ella.
Las aventuras del Hermano Andrés fueron innumerables. En su autobiografía ("God 's Smuggler"), escrita en 1964, recuerda, por ejemplo, cuando cruzó en 1957 hacia Yugoslavia y el este de Europa en un Volkswagen lleno de biblias sin que fuera detenido por los agentes fronterizos.
Sin embargo, la mayor de sus aventuras fue la de China en junio de 1981, cuando, a través de una barcaza, desembarcó en la costa de China un millón de biblias en 232 paquetes que flotaron hasta un ejército de cristianos silenciosos que las esparcieron más tarde por el inmenso territorio chino.
"God´s Smuggler (El contrabandista de Dios)" fue el primero de los 16 libros que escribió el Hermano Andrés. Ha vendido 12 millones de ejemplares y ha sido traducido a 40 idiomas. Sus viajes sumaron más de un millón y medio de kilómetros en 125 países.
Puertas abiertas
“Nuestra misión misma se llama 'Puertas abiertas' porque creemos que todas las puertas están abiertas, en cualquier momento y en cualquier lugar”, explicaba a menudo el hermano Andrew. “Literalmente creo que todas las puertas están abiertas para entrar y proclamar a Cristo, siempre y cuando estés dispuesto a ir y no estés preocupado por volver”.
Según la nota de prensa distribuida por RNS, después de la caída del Muro de Berlín, el Hermano Andrés centró su atención en el mundo islámico “creyendo que la rápida propagación de expresiones radicales y militantes del islam planteaba el mayor desafío hasta ahora para la libertad religiosa en todo el mundo”.
Descanse en paz.