La población de Baton Rouge (Luisiana, Estados Unidos) se está beneficiando de la dedicación y destreza de unas monjas amantes de los animales.
Como parte de su misión, las Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento pasan tiempo en la escuela local, Sagrado Corazón de Jesús, difundiendo alegría y fe.
Recientemente, la hermana Ashley Refugio se dejó ver en la cancha de baloncesto también mostrando cierta habilidad. Unos días después, las monjas regresaron con una pequeña amiga peluda, Gia.
Este perro de raza bernedoodle de 8 meses, fue entrenado por las monjas como perro de terapia. Durante el tiempo de juego y en el salón de clases, el joven cachorro puede ofrecer algo de consuelo y alegría a los niños que lo necesitan.
Llevar a Gia, cuyo nombre significa "regalo de Dios" a la escuela, también permite que los niños aprendan más sobre los animales en un ambiente controlado y seguro.
El cachorro no es el primer perro que se beneficia del cuidado y la devoción de las Hermanas Mercedarias, porque la orden siempre ha tenido perros desde su fundación en 1910. Las Hermanas de Cleveland ayudaron a criar a un perro de terapia Shitzu llamado Ava, que ofreció un servicio importante durante 14 años. Las monjas también entrenaron a un pequeño cockapoo llamado Albee.
Los perros de terapia son cada vez más utilizados en tiempos de crisis, como en el caso del trágico tiroteo en el colegio Uvalde el pasado mes de mayo. Gracias a personas como estas monjas, muchos pueden beneficiarse de la fiel compañía de nuestros fieles amigos de cuatro patas.