El papa Francisco considera la guerra de Putin en Ucrania: “injusta, inaceptable, bárbara, sin sentido, repugnante y sacrílega”. Así el Vaticano ha respondido formalmente a las críticas provenientes de fuentes diplomáticas ucranianas contra el papa Francisco que consideraban sus últimas intervenciones públicas sobre la guerra en Ucrania como “tibias” o que ponían en “el mismo nivel al agresor y al agredido”.
“En el contexto de la guerra en Ucrania, son numerosas las intervenciones del Santo Padre Francisco y sus colaboradores al respecto. En su mayor parte, su objetivo es invitar a los pastores y a los fieles a la oración, y a todas las personas de buena voluntad a la solidaridad y a los esfuerzos por reconstruir la paz”, se lee en la nota de la Oficina de Prensa de la Santa Sede este 30 de agosto de 2022.
"Además, en más de una ocasión , como en los últimos días, han surgido debates públicos sobre el significado político que se debe dar a estas intervenciones”.
“En este sentido, afirman desde el Vaticano, se reitera que las palabras del Santo Padre sobre esta dramática cuestión deben leerse como una voz alzada en defensa de la vida humana y de los valores a ella asociados, y no como una postura política”.
Guerra bárbara, sin sentido, repugnante y sacrílega
La comunicación vaticana busca acallar los rumores de que el Papa sea un “idiota útil” del gobierno de Moscú, así como políticos conservadores de Polonia señalaron en los días anteriores de que el Papa lamentara la muerte de “inocentes” al referirse a la “locura de la guerra” en Ucrania. Y sin decir su nombre, Francisco lamentara el atentado con carro bomba en Moscú, en el que falleció la activista nacionalista rusa Daria Dugina.
En la nota vaticana se subraya la posición oficial del Papa sobre la agresión rusa en suelo ucraniano: “En cuanto a la guerra a gran escala en Ucrania, iniciada por la Federación Rusa, las intervenciones del Santo Padre Francisco son claras e inequívocas al condenarla como moralmente injusta, inaceptable, bárbara, sin sentido, repugnante y sacrílega”. Hay que dar un paso atrás para entender plenamente el contexto de la declaración vaticana de hoy.
Kiev: "Palabras inaceptables del Papa”.
La aclaración vaticana llega también tras las palabras pronunciadas por el Papa el miércoles 24 de agosto durante la audiencia general sobre la joven Darya Dugina, hija del filósofo ruso Aleksandr Dugin, quien es aliado del presidente Vladimir Putin, causaron la protesta del gobierno de Kiev. «Pienso en la pobre mujer que voló por los cielos por una bomba bajo el asiento de un coche en Moscú», dijo el Papa.
Poner al mismo nivel al agresor y al agredido en el mismo día de la independencia nacional de Ucrania había producido una protesta diplomática. El ministro de Asuntos Exteriores de Kiev -tras las protestas formuladas inicialmente por el embajador ucraniano ante la Santa Sede- había convocado al nuncio apostólico en Ucrania, monseñor Visvaldas Kulbokas.
En una nota difundida la semana pasada, el Ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba escribió: "Desde el comienzo de la invasión rusa a gran escala, el Papa nunca ha prestado una atención especial a las víctimas concretas de la guerra, entre ellas 376 niños ucranianos que murieron a manos de los ocupantes rusos. Mientras que al mismo tiempo el Papa Francisco hizo mención a "la muerte de un ciudadano ruso en el territorio de Rusia con la que Ucrania no tenía nada que ver”.
Además, hace cinco días, manifestó la protesta de su gobierno por las palabras del Papa durante una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores de Italia, Luigi Di Maio, quien visitó Kiev, el jueves 25 de agosto.
Crueldad de la guerra
Por su parte, al final de su catequesis, el Papa hizo un llamamiento por la paz del "querido pueblo ucraniano" y denunció la “crueldad de la guerra, pagada por los inocentes”, recordó a los prisioneros de guerra y los numerosos niños muertos, heridos o refugiados: “la orfandad no tiene nacionalidad”. Además indicó la peligrosa situación de la central nuclear de Zaporizhia, y pidió que se tomen medidas concretas para evitar el riesgo de una catástrofe.
El Papa hizo ya varios llamamientos por la paz y hace algunas semanas también conversó telefónicamente con el presidente Volodymyr Zelenski para definir un posible viaje apostólico, que al parecer no tiene fecha, ni termina por definirse.
Las palabras aclaratorias del Vaticano hoy asimismo ponen aún más tensas las relaciones con el Patriarcado de Moscú que ha “bendecido” - a su manera - la guerra rusa en Ucrania, al mismo tiempo que en pocas ocasiones ha condenado el ultranacionalismo detrás de los ideólogos rusos que alimentan el conflicto.
Relaciones en vilo entre Kirill y el Papa
En efecto, Kirill no ha querido viajar a Kazajistán, lugar “neutro” que se perfilaba como sede de un segundo encuentro entre el Sucesor de Pedro y el Patriarca de Moscú, tras el ocurrido en 2016 en Cuba y donde ambos firmaron una declaración conjunta a favor del desarrollo integral de los pueblos y la contribución de ambas religiones.
El patriarcado ortodoxo ruso, el 24 de agosto, informó que Kirill no viajaría a Kazajistán para la reunión de líderes religiosos mundiales en la que, en cambio, si participará el Papa y que se celebrará los días 14 y 15 en la capital Nur-Sultan.
"El santo patriarca no participará en el trabajo del congreso. Y, por tanto, no se prevé una reunión con el papa Francisco en Kazajistán”, dijo el Metropolitano, Antonio de Volokolamsk, a la agencia rusa RIA Nóvosti.
El mismo día del anuncio del jefe de relaciones exteriores de la Iglesia Ortodoxa Rusa, en la mañana, el Papa pidió desde el Vaticano por la paz para el pueblo ucraniano que sufre los “horrores de la guerra” desde hace seis meses y calificó la guerra de «locura» y recordó a los «inocentes», los huérfanos, no importan su nacionalidad, rusos o ucranianos.