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La película Claret, de Pablo Moreno, que en España tuvo una acogida tibia, en gran medida por el impacto de la Covid en las salas de cine, se está desquitando en su lanzamiento internacional. Especialmente, esta semana, en la que ha protagonizado un espectacular estreno simultáneo en mil salas de cine de Estados Unidos, los días 22 y 23 de agosto.
Ninguna otra película anterior de Pablo Moreno – ni siquiera Red de Libertad, que era la más internacional hasta la fecha – había disfrutado de una promoción semejante en el país que acoge la meca del cine.
Pero es que, además, en el mes de julio se estrenó en México, el jueves 26 de agosto lo hizo en Ecuador, en septiembre viajará hasta Argentina y Chile, y en octubre se estrenará en Brasil.
El estreno en Estados Unidos ha provocado algunas novedades en relación con la película original. La primera tiene que ver con el título, que allí es Slaves and kings (Esclavos y reyes) dado que la figura de Claret no es tan conocida como en España.
"Nos advirtieron que allí Claret es una marca de vino", explica el director de la película, Pablo Moreno, el más persistente y constante narrador de historias de personajes religiosos del país.
La segunda novedad es el añadido, durante las proyecciones, de un material extra, de unos 15 minutos, que ayuda a situar al espectador norteamericano para que conozca la figura de Claret y la relevancia de la orden que fundó: los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, más conocidos como claretianos.
Lucha contra la esclavitud
Pablo Moreno explica que el nuevo título no buscaba provocar un efecto especial en la audiencia, sino tan sólo aludir a las dos partes principales de que consta la película: la estancia de Claret como obispo en Cuba, donde se destaca por su lucha contra la esclavitud, y su periodo como confesor de la reina Isabel II, que permite recrear el ambiente de la Corte española en el siglo XIX.
Sin embargo, la apelación a la esclavitud sintonizó enseguida con las preocupaciones sociales del público estadounidense, donde este tema está aún muy candente; "y muy especialmente de la comunidad cubana de Miami, que tiene una memoria muy viva de esos episodios de la historia de su país", explica Moreno.
La película ha sido bien recibida y se ha alabado su buen acabado técnico, diseño de producción e interpretación, amén del interés de una historia extraordinaria y muy poco conocida.
Una historia que tiene el acierto de articularse a través de la figura del escritor Azorín, que descubre que todo lo que se creía saber en su época sobre Claret eran deformaciones o mentiras creadas por sus enemigos, y que se lanza a la busca de la verdad.
Prejuicios
"Entre las críticas que hemos recibido, las más serias deploraban nuestra decisión de doblar la película al inglés; pero queríamos facilitar que llegara al mayor público posible", explica Moreno. De hecho, la película se ha proyectado dos días, uno en inglés y otro en castellano. "Cuando tengamos los datos de espectadores veremos si la decisión de doblarla fue un acierto o error".
Otra de las críticas es más sorprendente. "Algunos decían que la película estaba muy bien, pero que era una pena que tratara de un hombre de Iglesia; lo que da idea de hasta qué punto perduran los prejuicios", se lamenta, sorprendido, el director.
Moreno está muy satisfecho del espectacular estreno norteamericano, que ha sido posible gracias a la empresa Fathon Events y a la distribuidora Bosco Films. Pero tiene la espina clavada de los medianos resultados de Claret en España.
"Nos afectó mucho el miedo de la gente a ir a las salas por el Covid, pero quizás no sea la única razón y estemos asistiendo a un cambio de época y de usos. Nos tenemos que plantear si el modelo de distribución tradicional en salas va a seguir siendo válido en los próximos años", reflexiona el cineasta.
En cualquier caso, el director de Claret es partidario de darle una nueva oportunidad a la película en España. "Nos quedamos con la duda de no saber cómo hubiera funcionado en salas la película en otro contexto, sin los condicionantes del miedo al Covid", explica. "Cuando concluya la gira internacional y hagamos balance quizás optemos por reestrenarla. Yo, desde luego, soy partidario de hacerlo".
Cine espiritual
Moreno reconoce que el mercado del cine está protagonizando cambios muy drásticos; pero también lamenta que el público interesado en películas o documentales religiosos es todavía un mercado frágil en España.
Existe, hay público interesado, "pero no es un público entrenado, consciente de que tiene que apoyar este tipo de cine; para que sea posible seguir haciéndolo, para favorecer la existencia de una industria", opina Moreno. "En este terreno, los protestantes nos llevan diez años de ventaja".
El director de Claret y de Un dios prohibido pone como ejemplo la serie Chosen, que es una superproducción bíblica de libre acceso y que ha logrado crear una comunidad de fieles firme y sólida. Tanto, que cuando estrenaron en cines una versión en película de los mismos contenidos que su público podría ver luego gratis en la red, los fans de Chosen llenaron las salas. "Esto ayuda a que pueda desarrollarse una industria", explica Moreno. Y esto es lo que está todavía muy verde en España.
Un hombre para nuestro tiempo
Respecto al protagonista de su película, asegura que Antonio María Claret "es un hombre para nuestro tiempo".
"Claret dio todo lo que tenía para defender la verdad: es un apóstol, un intelectual, un misionero y un santo. Hay elementos de la espiritualidad de Claret que son muy relevantes hoy en día: su lucha contra la esclavitud, contra el racismo; su deseo de educar a la gente, de iluminarla en medio de circunstancias como las del siglo XIX; que casualmente me parece que tienen paralelismos con nuestros tiempos y circunstancias actuales."
"Estamos encantados de llevar otra inspiradora historia de fe al público cinematográfico estadounidense", aseguró Lucía González-Barandiarán, fundadora de Bosco Films. "Esclavos y reyes presenta a un héroe que sigue siendo de enorme actualidad 150 años después; pero quizás lo más interesante de su figura es que murió como un perdedor que solo 60 años después fue descubierto en autenticidad".
"Ha gustado mucho cómo la película cuenta el proceso de la llamada vocacional", explica Moreno. Y también su visión de las virtudes que debe tener un sacerdote, "y que se deben cuidar, también hoy; como la capacidad de escucha al otro, así como también un esfuerzo por comunicar de forma directa, sin rodeos ni retóricos".
También ha sido muy valorada por los espectadores norteamericanos la espiritualidad claretiana; "que es sencilla, a ras de suelo, y eso siempre gusta mucho", opina Moreno. En Estados Unidos, de hecho, los claretianos viven en las zonas más pobres del país, "y sigue ardiendo en ellos el fuego misionero".