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El video no tiene rodeos. En el momento del ofertorio, mientras sonaba de famoso canto «Te presentamos el vino y el pan», aparece en escena nada más ni nada menos que un perro. Pero cuando llega a un costado del altar, la sorpresa aún se hace mayor al ver que toma un pan y se lo lleva.
La escena rápidamente generó risa entre los presentes y las repercusiones en redes sociales no se hicieron esperar. «No a todos los perros les va mal en misa», dijo un internauta.
Medios como Noticias Caracol, de los tantos que se hicieron eco de esta curiosidad, recordaron –en base al perfil de quien subió el video- que el hecho tuvo lugar en el santuario de Nuestra Señora de Belencito, departamento de Boyacá en Colombia.
Lo que pasa cuando un perro aparece en misa…
Lo sucedido en Colombia, a pesar del dejo de «travesura», no es algo aislado y totalmente extraordinario en cuanto a la presencia de mascotas en celebraciones religiosas. Son varias las historias que suelen difundirse que van desde bendiciones, como la que acontece en Nicaragua en honor a San Lázaro, hasta gestos de sacerdotes con perros callejeros.
Quizá uno de los ejemplos más recordados sea el del padre João Paulo Araujo Gomes. En este caso un sacerdote brasileño que se ha hecho famoso por pedir a los fieles que puedan adoptar a perros abandonados y que son acogidos por él. Precisamente, es en la parroquia Sant’Ana Gravatá donde es común ver perros cerca del altar.
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En efecto, no han sido pocos los reportajes que se han hecho sobre la labor de este sacerdote. Entre otras cosas ha contado que tiene un comedor para los animales. También suele ofrecer atención para los que llegan heridos.
Un mensaje también en redes sociales
«El amor por los animales es motivo de crítica por parte de tantas personas, incluso de quienes dicen tener fe y en su soberbia piensan que solo entran al cielo quienes quieren entrar al cielo. No es raro que nosotros, los protectores, seamos criticados como si estuviéramos desequilibrados o que pusiéramos el amor por los animales por encima del amor de Dios y las personas», dijo en una ocasión en Instagram el padre João Paulo.
«Quizás pienses: la Palabra dice amar a las personas y no a los animales. ¡Qué falta de fe! Cuando amo, rescato, protejo a un animal, estoy amando, protegiendo y rescatando a la humanidad. Y Mateo 25 muestra que seremos juzgados exactamente por el amor. ¡Ama a todos, incluida la naturaleza y los animales, y no temas que las puertas del cielo se te abran!», agregó.
Lo sucedido en la iglesia de Colombia, para muchos también un descuido y con el ánimo que no se vuelva a repetir, no deja de ser un llamado de atención general con respecto al cuidado de perros callejeros que tienen hambre. Gestos y mensajes como el de este sacerdote brasileño pueden ser buenos puntos de partida.