Francisco Coll Guitart nació en Gombrèn (Girona, España) el 18 de mayo de 1812. Era el pequeño de 11 hermanos y su padre falleció cuando tenía 4 años.
Su madre se encargó de formarlo cristianamente y hacer de él un joven recio y piadoso.
Estudió en el seminario de Vic (Barcelona) y vivió tiempos de incertidumbre ya que en esa época el Gobierno decretó la supresión de las órdenes religiosas en España. El 4 de agosto de 1835 él y sus compañeros son expulsados del convento.
Finalmente, pese a la prohibición del Gobierno, fue ordenado sacerdote e ingresó en la Orden de los Dominicos.
El padre Coll entendió que Dios lo llamaba a recristianizar llevando la Palabra de Dios de forma amable y sencilla a la gente. Propagó la devoción a la Virgen y en especial el rezo del rosario.
Fundó la Congregación de las Hermanas Dominicas de la Anunciata y destacó como un hombre entregado a la educación de la infancia y la juventud, especialmente de las niñas.
San Francisco Coll falleció a los 57 años, el diciembre de 1869.
Oración
"...¡Oh Rosario!
Tú eres un libro breve, sí,
pero que enseña lo más santo y lo más sagrado de nuestra Religión,
tú eres un arca que ocultas un tesoro riquísimo
digno de que todos los hombres lo busquen con gran ansia,
tú eres un regalo del Cielo
que nos descubres los elementos de la Religión,
los principios, los motivos, y la práctica de todas las virtudes,
tú nos enciendes en caridad, y amor
hacia aquel Dios que tanto se dignó hacer y padecer por nosotros:
Tú despiertas a los somnolientos, caldeas a los tibios,
empujas a los perezosos, sostienes a los justos, conviertes a los pecadores,
reduces o confundes a los herejes, espantas al demonio, haces temblar al infierno
o, por decirlo mejor,
eres una devoción que incluyes y contienes todas las demás devociones".