“La Iglesia, en esta hora oscura, está fuertemente llamada a interceder ante el Príncipe de la paz”, escribió el Papa Francisco a los obispos del mundo cuando “ha pasado casi un mes desde el inicio de la guerra en Ucrania”
Conflicto “que está causando sufrimientos cada día más terribles en esa martirizada población, amenazando incluso la paz mundial”.
El Papa pidió a los obispos que le acompañen en este gesto querido por la Virgen de Fátima hace cien años y les envía la Oración de Consagración para que le acompañen en todas la diócesis y comunidades para que la Iglesia esté “cerca de cuantos sufren en carne propia las consecuencias del conflicto”.
Lo hizo a través de una carta publicada hoy, 23 de marzo, y que ha enviado ayer a los Obispos de todo el mundo con motivo del Acto de Consagración al Corazón Inmaculado de María de Rusia y Ucrania que tendrá lugar el viernes 25 de marzo, Solemnidad de la Anunciación, durante la Celebración Penitencial en la Basílica de San Pedro.