"En 924 conventos de Polonia y 98 de Ucrania, las religiosas están prestando ayuda espiritual, psicológica, médica y material", revela un comunicado de prensa publicado por el Consejo de Superiores Mayores de Congregaciones de Religiosas de Polonia.
Según las estimaciones, desde el comienzo de la guerra hasta el 15 de marzo, cada una de las casi 150 congregaciones de religiosas que operan en Polonia y Ucrania ha prestado ayuda a unos 18 mil desplazados.
Más de 3 mil niños asistidos
Se han organizado alojamientos en 498 conventos en Polonia y 76 en Ucrania. Hasta ahora, han recibido alojamiento 3.060 niños, así como 2.420 familias. En particular, 64 instituciones religiosas acogen a seiscientos huérfanos, y 420 comunidades atienden a tres mil madres con hijos.
Desde el estallido de la guerra, las religiosas participan en la preparación y distribución de comidas calientes, alimentos, productos sanitarios, ropa y mantas.
Movilización
Ayudan a transportar a las personas desde los lugares afectados por la guerra, median en la búsqueda de trabajo en Polonia, crean puestos de trabajo adicionales en sus centros, coordinan la asistencia a los refugiados en sedes de ayuda, ayudan a los niños ucranianos a entrar en las escuelas polacas, sirven de traductoras de la lengua ucraniana y organizan clases para niños y madres procedentes de Ucrania.
Los ancianos y los discapacitados también pueden encontrar refugio en instituciones dirigidas por las monjas.
En Polonia, las comunidades religiosas están recogiendo alimentos y productos de higiene que se envían a Ucrania, se entregan a los refugiados o a las casas que dirigen las congregaciones en las que las víctimas de la guerra reciben ayuda.
Las congregaciones también hacen donaciones económicas y transmiten fondos a través de sus fundaciones.
Los datos presentados fueron recogidos hasta el 14 de marzo de 2022 por el Consejo de
Superiores Mayores de Congregaciones de Religiosas de Polonia.