La Nunciatura indica que el Secretario de la Nunciatura Apostólica, monseñor Marcel Mbaye Diouf, quedó al frente de esta Misión Diplomática en calidad de Encargado de Negocios, a.i. Se lee en un comunicado (7 de marzo de 2022).
Monseñor Waldemar Sommertag de origen polaco dejó su cargo tras casi cuatro años de servicio en los que trató de ser puente entre la Santa Sede y el presidente Daniel Ortega y a la vicepresidenta Rosario Murillo.
El nuncio apostólico, repentinamente sale del país - según medios locales - bajo una fuerte presión política del régimen.
La tensión gubernamental contra el nuncio se recrudeció en noviembre. El gobierno anuló la figura de “Decano del Cuerpo Diplomático”, que desde el año 2000 correspondía al Nuncio Apostólico.
Confidencial, diario local, cita “fuentes diplomáticas” cercanas a la nunciatura que señalan la salida de monseñor Waldemar St. Sommertag a causa de un ultimátum, en el que se le declara como persona no grata, por parte del gobierno de Ortega.
“El antiguo nuncio fue muy criticado". Se lee en un análisis del sito vaticanista, Il Sismografo.
Sommertag demostró demasiada “empatía” con personas del gobierno sandinista hostiles a los derechos humanos y por su "imparcialidad" declarada se le consideró "blando".
Los defensores de los 760 presos políticos nicaragüenses esperaban un mayor apoyo.
“Su mayor error…fue el manejo del caso del obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez.
El ex nuncio convenció al obispo de que abandonara el país para evitar más roces con Ortega, y entonces se dijo que el Papa Francisco lo había llamado para un importante trabajo en el Vaticano”. Algo que no sucedió, monseñor Silvio Báez se encuentra en Miami, EE.UU.
La Iglesia católica no ha tenido una labor diplomática fácil en sus relaciones con los sandinistas, marcadas por roces en los últimos 40 años.