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En el Monasterio de Santa Cruz de Sahagún en León, España, no solo encontramos un retablo de José Benito de Churriguera. Entre sus muros, tenemos a una monja youtuber de 25 años.
La historia de Sor Marta González empieza cuando ella tenía 16 años. Como era tradición en su familia, guardaban una semana al año para ir de vacaciones todos juntos.
La llamada
En ese verano visitaron el monasterio de Leyre. Marta sintió una gran paz al entrar en la iglesia del monasterio. Se sentía en una nube. En una mesa de la iglesia encontró una edición de bolsillo de la Regla de San Benito.
Le cautivaron palabras como silencio o acogida. A pesar de no ser muy actual ese lenguaje a los tiempos de sor Marta, le llamó la atención.
Una vocación por Google
Ese mismo año con su grupo de los salesianos, emprendió el Camino de Santiago. A su vuelta, el carisma benedictino seguía en su cabeza y buscando en Internet tecleó las palabras: “benedictinas en España”.
El Espíritu Santo hizo el resto. El primer convento que le apareció fue el Monasterio de Santa Cruz de Sahagún.
Mientras estudiaba el bachillerato, hizo el discernimiento en el Monasterio, y con 18 años ingresó como postulante.
Suscitando vocaciones
La madre abadesa, María Anunciación Ros, estaba muy interesada en darse a conocer por redes sociales.
Es una manera de poder vender los productos que hacen para su sostenimiento y de dar a conocer el carisma para suscitar nuevas vocaciones.
En 2019 creó el canal “Sor Marta, joven, monja y youtuber” con la intención de dar a conocer a los jóvenes la vida monástica y poner un poco de luz en la vida espiritual de chicos y chicas.
Y ahora Instagram
Lo más sorprendente es que al mes de abrirlo ya tenía mil suscriptores. Ahora también es posible seguir a Sor Marta en Instagram en su cuenta @marta_osb.
Sor Marta nos deja claro que es fundamental el uso de las nuevas tecnologías por parte de la comunidad cristiana.
Nueva evangelización
Si la Iglesia no se hace presente hoy en el mundo virtual y reducimos nuestra presencia al ámbito de lo privado y a los templos, estamos firmando nuestra irrelevancia y la consiguiente no existencia del mensaje de Jesús para millones de personas, considera la monja benedictina.
Adaptar el lenguaje a los usuarios de Internet en el siglo XXI es también un reto fundamental, concluye.
Aquí un video de Sor Marta:
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