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El arma de Joselito era el rosario

JOSELITO
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Jaime Septién - publicado el 24/02/22
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“Mirando al cielo”: la versión definitiva del martirio de San José Sánchez del Río

Desde hace varios años Antonio Peláez y su esposa Laura han venido construyendo la película que narra la vida y el martirio del joven mexicano José Sánchez del Río, quizá el mártir más joven de la guerra cristera que se extendió por el centro y el occidente del país entre 1926 y 1929.

Antonio, director de cine, y Laura, productora, tocaron multitud de puertas. Recibieron muchos “no”, incluso estuvieron cerca de guardar el proyecto por la poca posibilidad de financiamiento que hay en México. También porque a José Sánchez del Río, Joselito, lo hicieron parte de la película La Cristiada, una superproducción que dio a conocer al mundo el drama del pueblo fiel mexicano en aquellos años aciagos.

El guión de Antonio Peláez se convirtió en un libro de gran aceptación. Pero en la pareja latía la necesidad de llevarlo a la pantalla grande. Finalmente llega el estreno mundial –vía streaming—este 2 de marzo, Miércoles de Ceniza de la Cuaresma 2022.

Los pases privados que se han llevado a cabo en Ciudad de México y Guadalajara, han resultado un éxito. Así como San Juan Pablo II –tras de ver La Pasión de Mel Gibson dijo que así había sido la de Cristo-- sacerdotes, obispos y cardenales, así como estudiosos de La Cristiada y público en general han dicho que el martirio y la vida de José “así fue”.

¿Ha sido complejo el camino para llevar a la pantalla la vida y el martirio de San José Sánchez del Río?

Ha sido un proceso muy largo, tiene uno que enfrentar muchos “no” porque son muy subjetivas las promesas de retorno de inversión para quienes pudieran financiar esta película. Tras varios intentos, el guión finalmente, pasó a ser un libro. Ya nos habíamos enamorado de la historia. Por lo demás, el libro tuvo mucha aceptación. Pero la película, prácticamente ya la habíamos guardado. Más cuando el productor de la película La Cristiada conoce el guión y mete a José (Sánchez del Río) en su historia. Fue una película de gran presupuesto, que nos hizo guardar el proyecto por varios años.

¿Qué es lo que tiene que decirnos José Sánchez del Río en estos momentos a México, al mundo?

Una de las cosas que más nos impresionaron de José fue esa coherencia de lo que él creía y lo que estuvo dispuesto a dar. Un muchacho que le creyó a Jesucristo. A partir de conocer el Evangelio (venía de una familia religiosa), le creyó a Jesucristo. Se conoce mucho su frase de que –por la persecución religiosa y lo que exigía—“nunca como ahora ha sido tan fácil ganarse el cielo”. Uno tenía que poner a prueba su fe, la vida misma. Y José lo sabía cuando tras sus dos hermanos mayores, él le pidió permiso a sus padres de irse con el ejército cristero de la zona de Michoacán donde vivía.

¿Cuále fueron las fuentes de inspiración de José Sánchez del Río?

Sin duda, la Virgen de Guadalupe. Otra era San Luis Gonzaga y otra era el beato (ahora patrono de los laicos mexicano) Anacleto González Flores, un mártir de la persecución religiosa que también dio su vida por recuperar la libertad religiosa. Desde que visitó su tumba en Guadalajara, le quedó muy claro que si había que dar la vida por Jesucristo, él la iba a dar. Defender su fe y defender su Iglesia. Desde entonces su coherencia de vida fue formidable: su principal arma –decía ya entre las tropas cristeras—era el Rosario.

En el juicio y en la condena de muerte a José Sánchez del Río es donde, verdaderamente, se muestra su fe, ¿no es así?

Sin duda, hay un paralelismo, guardadas las distancias, con la pasión y muerte de Jesucristo. Este niño fue torturado, cuando no debía de haberlo sido: su padrino (y quien ordenó su ejecución) de alguna forma, como Pilatos, quería salvarlo. Camina hacia su propio calvario. En el camino le cortan las plantas de los pies, es agredido en ese proceso, llega al cementerio, y nunca desiste de su fe. Un muchacho de 14 años… Tiene mucho que decirle a los jóvenes. Es un héroe de carne y hueso que los jóvenes pueden entender perfectamente.

¿Tomó las armas en la guerra cristera José Sánchez del Río?

José nunca tomó las armas. Desde que se fue de su casa dijo que su arma era el Rosario. Desde que estuvo en el frente, ayudaba a los soldados haciendo de todo. En último caso lo nombran clarinete y abanderado. Nunca tomó las armas. En la película mostramos muy claramente que los cristeros nunca fueron un ejército de la Iglesia: fue una guerrilla que brotó espontáneamente de personas que se levantaron en armas para defender su fe y su religión.

¿Cómo no tergiversar la participación de José y el tema de La Cristiada a 94 años de distancia?

Nosotros fuimos muy fieles a la investigación de su causa de canonización. La circunstancia de la persecución religiosa lo orilla a tomar la decisión de meterse a la guerra. Había creído a Jesucristo y debía presentarse ante Él habiendo defendido su causa hasta el final. Y es lo que tiene que decirle a los jóvenes de hoy. Se dice que se cree en Jesucristo, pero no le creemos a Jesucristo. Y este niño creyó y le creyó. El título de la película es “Mirando al cielo”: esa necesidad que tenemos de mirar al cielo para volver a reencontrarnos con nuestra verdadera identidad. Y no tener miedo.

Finalmente, José perdona a sus verdugos, ¿no es así?

Siempre perdonó a todos aquellos que lo agredían y le hacían daño durante su cautiverio. Y se sabe que dos de sus verdugos se convirtieron a raíz de la muerte de José. Incluso gente cercana al diputado Picazo, quien fue el padrino de José y quien ordenó su ejecución, dicen que al final de su vida decía que él había “ayudado a José a ir al cielo”. Su integridad transformó la vida de muchos. Y la película, seguramente, ayudará a comprender el sentido profundo de la fe.

Para más información sobre cómo y dónde ver la película:
www.mirandoalcielo.mx

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