Tras la presentación ayer en Alemania de un informe independiente sobre los abusos sexuales cometidos por clérigos en la archidiócesis de Múnich entre 1945 y 2019, el papa Francisco ha reiterado ante los miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe que las leyes canónicas deben servir para hacer justicia a las víctimas.
“El ejercicio del discernimiento encuentra una aplicación necesaria en la lucha contra los abusos de todo tipo. La Iglesia, con la ayuda de Dios, prosigue con determinación su compromiso de hacer justicia a las víctimas de abusos por parte de sus miembros, aplicando con especial cuidado y rigor la legislación canónica vigente”, dijo el Pontífice.
En este sentido, indicó que la Iglesia ha actualizado “recientemente las Normas sobre los delitos reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe, con el deseo de hacer más incisiva la acción judicial. Esto no puede bastar por sí solo para frenar el fenómeno, pero es un paso necesario para restablecer la justicia, reparar el escándalo y corregir al infractor (o reo)”.
Informe independiente sobre Munich
"Abuso sexual de menores y sujetos adultos por parte de clérigos y empleados a tiempo completo en el área de la Arquidiócesis de Munich y Freising de 1945 a 2019”, es el titulo del informe presentado el 20 de enero de 2022.
El mencionado informe llama en causa al Papa emérito Benedicto XVI, acusándolo de “mala conducta” en cuatro casos durante su mandato como arzobispo de Munich de 1977 a 1982.
Desde el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, mons. Georg Gänswein, secretario particular del Papa emérito, envió un comunicado a los periodistas:
«Benedicto XVI no ha conocido el informe del bufete Westpfahl-Spilker-Wastl, que tiene más de 1.000 páginas, hasta esta tarde. En los próximos días examinará el texto con la atención necesaria”.
Y añadió: “El Papa emérito, como ya ha repetido varias veces durante los años de su pontificado, manifiesta su conmoción y vergüenza por los abusos a menores cometidos por clérigos, y expresa su cercanía personal y su oración por todas las víctimas, algunas de las cuales ha conocido con ocasión de sus viajes apostólicos.»
Se trata de un dossier estremecedor sobre la pederastia en la archidiócesis de Múnich que evidencia los casos de al menos 497 víctimas de abusos.
El abogado Martin Pusch, del bufete Westpfahl Spilker Wastl, dijo que el Papa emérito había negado haber actuado mal en todos los casos, al mismo tiempo que entregó un documento de 85 páginas escritas que fueron agregadas al informe.
El cardenal Joseph Ratzinger también fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde realizó reformas para acelerar e investigar a los clérigos acusados de abusos y agilizar la comunicación judicial con los tribunales diocesanos e intentar evitar vicios de forma que perjudicaran más a las víctimas de abusos.
Desde 2001, cuando San Juan Pablo II encomendó a la Congregación para la Doctrina de la Fe la autoridad para asumir los casos de los obispos locales para su investigación, el papa Benedicto estaba al tanto de muchos ejemplos de abusos. Fue su oficina la que en 2003 aceleró el proceso de laicización de los sacerdotes culpables de abusos sexuales a menores. Reforma que Benedicto XVI usó durante su pontificado para expulsar del sacerdocio a unos 400 sacerdotes condenados por abusos sexuales a menores.