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Cómo fomentar la devoción del Niño Jesús en los hijos

NATIVITY
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Cecilia Zinicola - publicado el 06/12/21
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Santos que tenían una devoción especial al Niño Jesús nos motivan a promoverla en los niños en los días de Navidad

La devoción a la Infancia de Jesús ha sido desde los primeros siglos una constante en la espiritualidad cristiana. Jesús en su niñez nos acerca a la sencillez, confianza, misericordia y gozo de la Navidad como una oportunidad de poder compartirla con nuestros hijos.

Meditar sobre el belén

San Francisco de Asís tenía una devoción muy especial por el Niño Jesús. De hecho, se le atribuye la creación del primer belén en la víspera de Navidad del año 1223. Se cree que esta idea surgió luego de hacer una visita al lugar en una peregrinación a Tierra Santa.

Los belenes o pesebres han sido durante siglos un símbolo popular de la Navidad. El momento del nacimiento de Jesús está lleno de gran significado y enseñanza. La razón de esta gran fiesta es la llegada de un humilde niño al mundo que trae paz y esperanza.

El belén es una tradición católica histórica, pero sobre todo una herramienta de meditación para todos. Jesús nació con pobreza, humildad y sencillez. De hecho, Francisco fundó su orden religiosa para imitar estas mismas virtudes.

NATIVITY SCENE

Podemos mostrarles una película sobre el nacimiento de Jesús con una noche de cine o recurrir a un libro adaptado a sus edades donde puedan leer o ver las imágenes de la historia o tener un belén armado en un lugar especial del hogar como una reliquia familiar preciada. Estas son todas ideas que ayudarán a difundir la devoción al Niño Jesús.

A través de estas ayudas visuales, los niños pueden comprender cómo Cristo vino al mundo sin demasiadas cosas materiales. No solo les enseña que no es necesario tener tanto, sino que los regalos tienen un significado. Es el nacimiento de un bebé, un cumpleaños y recibe regalos que comparte con nosotros.

Escribir una carta

Santa Teresita eligió llamarse “Del Niño Jesús” precisamente porque con él aprendió el camino de la infancia espiritual. El camino que no es infantil, sino una entrega total al cuidado providencial de Dios depositando en él todos nuestros planes con la confianza de un niño pequeño que se abandona en los brazos de sus padres.

Esta santa escribió en su autobiografía: “Soy un alma muy pequeña que solo puede ofrecer cosas muy pequeñas a Dios”. Ofrecer pequeñas cosas es algo importante y es una manera de conservar esa niñez que necesitamos para avanzar en el camino del amor. Como dijo Jesús: “Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.” (Lucas 18,17)

Anima a los niños a que escriban una carta para ponerla cerca del árbol de Navidad, llevarla a su parroquia o dejarla en un lugar especial donde puedan ofrecerle unas palabras de amor a Jesús. Algo que quieran decir o compartir con ese niño que está por nacer como sus proyectos, metas, talentos, logros del año e inquietudes futuras.

WRITING LETTERS

Podemos enseñarles que Jesús, un niño como ellos, es sobre todo amigo y estará allí para atender a sus palabras en cada momento de sus vidas. Esta comunicación no es otra cosa que hacer oración y es bueno que puedan ir sentando esa base desde pequeños. Pueden incluir una foto, un dibujo o utilizar un diseño para colorear.

Normalmente el tipo de cartas que hacen los niños cuando escriben en esta época del año son listas de regalos. Intenta que no se queden únicamente con la parte material de la Navidad y puedan recibir otros regalos que son espirituales. Hay mucho material de Adviento adaptado para niños con reflexiones diarias que se pueden hacer con ellos para despertarles pequeñas inspiraciones mientras recorren su camino.

Hacer un regalo

En la víspera de la Navidad de 1937 Santa Faustina escribió en su diario: “Al cabo de un rato me quedé solo con el Niño Jesús que me tendió sus manitas y comprendí que debía tomarlo en mis brazos. Jesús apretó su cabeza contra mi corazón y me hizo saber, con su mirada profunda, lo bueno que le pareció estar junto a mi corazón.”

Jesús Niño se le apareció a esta santa en varias ocasiones de su vida recordándonos el valor de unirnos más a su corazón -un corazón lleno de misericordia - y permanecer en su presencia a través de una pequeña obra misericordiosa acorde a ese corazón.

En este sentido, podemos enseñarles a nuestros hijos que la Navidad es una oportunidad para hacerle un regalo al Niño Jesús, recordando sus palabras: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo.” (Mateo 25,34-40)

El mismo Jesús fue quien propuso las obras de misericordia y los adultos podemos introducir y acompañar a nuestros hijos a poner en práctica alguna de estas, tanto las espirituales como las corporales. De acuerdo a sus edades podemos guiarlos con algún material de apoyo o armar un pequeño proyecto en el que ellos puedan elegir una obra y ofrecerla como regalo.

Las corporales son: visitar a un enfermo, darle de comer a alguien que tiene hambre, darle de beber al sediento, dar posada al peregrino, vestir al desnudo, visitar a un preso y enterrar a los difuntos. Y las espirituales: enseñar al que no lo sabe, dar buen consejo a quien lo necesita, corregir al que se equivoca, perdonar al que nos ofende, consolar al que está triste, sufrir con paciencia los defectos del prójimo, rezar a Dios por los vivos y por los muertos.

Cantar canciones

San Josemaría Escrivá le dio mucha importancia a la devoción de la Infancia de Jesús y son innumerables las anécdotas que confirman esta devoción. Estimaba los villancicos tradicionales por sus letras y por su música y cuando los oía, tomaba el Niño Jesús en sus brazos, se emocionaba y los cantaba. ¡Esta es una buena noticia! Jesús está con nosotros.

A los niños les gusta celebrar y las canciones navideñas siempre han sido una parte especial de la temporada. Dentro del extendido repertorio de canciones, hay una que todo niño conoce muy bien y es la del feliz cumpleaños. Esta canción puede hacer más fácil, sobre todo para los más pequeños, comprender la fiesta del nacimiento de Jesús.

Hacer que los niños se reúnan con otros integrantes de la familia para preparar un pastel para el cumpleaños de Jesús y cantarle es una manera de poder recordarles con una experiencia concreta y divertida la verdadera razón de por qué celebramos. La vida de Jesús se puede explicar mientras se incorporan los ingredientes, se mezcla la masa y se decora el pastel.

Al participar del cumpleaños de Jesús, el verdadero significado de la Navidad renueva y despierta la importancia de compartir el amor que nos trajo con su nacimiento. Esta tradición también refuerza cómo ese amor crea un vínculo especial dentro de la propia familia. Un simple pastel acompañado con música y cantos transmite el gozo de la fiesta de cumpleaños más maravillosa de la historia a la que todos estamos invitados.

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