Como una familia. Todos unidos. Apoyados en Dios. Sólo así están sobrellevando la tragedia que vive el colegio Montealto de Madrid. Este jueves, a la salida del centro, una madre erró en una maniobra con el coche y atropelló a tres niñas, de 12, 10 y 5 años. La pequeña murió; las dos mayores están graves.
La madre de la fallecida pudo abrazar a su pequeña aún con vida y decirla que la quiere. Después, mientras su hija emprendía el camino hacia el Cielo pese a los intentos de reanimación, abrazó y consoló a la madre que conducía el vehículo.
La reacción del todo el colegio un día después sólo se puede entender desde un profundo arraigo en la fe.
El ejemplo de la madre
El dolor es tremendo. El horrible suceso se produjo al salir del colegio. Decenas de niños y padres presentes. Muchos testigos que presenciaron lo ocurrido, los intentos de reanimación del pequeño, las ambulancias, la policía… El sacerdote del colegio llegó a tiempo para impartir la Extremaunción.
La escena nunca se les borrará de la cabeza, pero esos momentos de incertidumbre y angustia han hecho que todos pusieran su mirada en Dios. El ejemplo de la madre de la niña fallecida ha impactado a todos. Otros padres del colegio lo relataban en este tuit
El valor y la respuesta
Lo relataba este mismo vienes el sacerdote del colegio, en una plática a las niñas a la que también acudieron muchos padres. El valor. El de esas niñas que presenciaron lo ocurrido. Su primer impulso fue ir corriendo a buscar al sacerdote.
El de una madre que vio lo ocurrido y se puso a hacer el ‘boca a boca’ intentado que la vida de la niña no se escapara. El de otros padres que inmediatamente fueron al hospital más cercano a buscar médicos de urgencia. Y el de las dos madres afectadas sosteniéndose en el peor momento de sus vidas.
Apoyo en la oración
Una nube de periodistas se agolpaba a las puertas del centro. Preguntas y más preguntas, pero las respuestas –siempre- de cada entrevistado, de cada padre, de cada profesor, en la misma dirección: “Sólo nos queda rezar, unirnos en la oración a esas familias”.
No era una respuesta aprendida. Era la constatación real, desde el desgarro más profundo, de que ante tan inmenso dolor sólo cabe abandonarse en brazos del Señor, y de María. Ponerse bajo su protección, arropados por su manto. De ahí que tantos padres y alumnos del colegio, en sus cuentas privadas de Whatssap, hoy muestren esta foto junto a María.
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Un miembro de la familia de la niña fallecida lanzaba este mensaje que ha llegado a los teléfonos de todos los padres:
“Gracias a todos, familia. Hoy luce el sol porque ha entrado un angelote gordo en el Cielo, y ya está con los nuestros arriba para cuidarnos así que no le dejéis de pedir cosas porque aquí hay muchas intenciones que conceder. Os queremos”
Cadena de oración con un Rosario
A ella interceden por la pequeña fallecida, las heridas y por la madre causante del fatal accidente. Está completamente destrozada. Por las redes sociales corre como la pólvora la iniciativa de sumarse con el rezo de un Santo Rosario para pedir a Dios por todas ellas.
Miles de ciudadanos, no sólo de ese colegio, se están sumando a la iniciativa, porque el dolor que ha dejado en Madrid es inmenso. Es tan fácil ponerse en el papel de los que lo han vivido, que la ciudad hoy respira esa tristeza.
Jornada de Oración en el Colegio
Este viernes ha sido una jornada de oración. Con todos en shock, el día se ha dedicado a rezar. Juntos, en Comunión, con el oratorio del colegio y el Santísimo expuesto como eje central en un altar lleno de flores, las niñas y sus familias han estado orando. Algunos relatan que nunca se han sentido tan unidos, como una familia. La misa de 11 en el centro ha sido especialmente emotiva.
Montealto es un colegio de Fomento, una red de colegios y universidades con identidad católica vinculados al Opus Dei. El sentimiento de pertenencia no se limita sólo a cada centro, sino a una forma de educación. Es una familia más grande. Se ha podido ver cuando los antiguos alumnos de los distintos colegios de Fomento han enviado coronas de flores. Todos se han sumado a la oración, al consuelo y al apoyo.
La poesía “De madre a Madre”
El relato de lo ocurrido y la respuesta se puede leer en esta poesía de una madre del colegio.
Sofía Cagigal de Gregorio 5 de noviembre de 2021
Tarde fría de noviembre
se paró el tiempo en dos segundos
y sonaron las sirenas.
Instante que rompe la vida en mil pedazos, lo que se tarda en ser y no estar,
paso entre el antes y el después.
Voló la noticia estremeciendo a compañeras, amigas, profesoras, familias enteras,
a toda una comunidad que no estaba preparada para el zarpazo de la vida.
Y en todos brotó la oración,
el pensamiento directo hacia vosotros,
de consuelo, de amor.
Cuatro familias rotas y unidas para siempre.
Pregunté por ti y me dijeron que estabas serena, abrazada a tu pequeña, dándole besos,
y cubriéndola de amor doliente.
Y tu imagen me llevó a la cruz,
a María abrazando a un Cristo descendido, al dolor infinito y desgarrador de una madre acunando a su hijo, que ya goza del Padre.
Te veo a ti, María, madre, entregando a esa Virgen María, - madre y María también -,
lo más preciado de tu vida;
de madre a Madre,
de tus brazos a los suyos. Profundo acto de fe,
encarnación del dolor de la Virgen en el tuyo propio,
en una acera teñida en rojo, en una tarde de otoño.
Y pienso que has sido elegida,
aunque ahora no lo veas,
aunque el desgarro de tu alma sea infinito. Pero no es casual la escena,
de María a María, de madre a Madre, abrazando a tu hija igual que Ella
lo abrazó en la cruz,
aceptando el sacrificio más intenso, entregada a la voluntad del Padre.