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Historias de matrimonios: ¿Nos falta confianza?

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Últimamente, estoy atendiendo a matrimonios en los que su dificultad radica no sólo en su forma de comunicarse, (bien por falta de comunicación, bien por una comunicación defectuosa) sino que sus diferencias son consecuencia de una gran falta de confianza en la persona que tienen a su lado.

Confianza es la cualidad del que tiene total seguridad de algo o de alguien.

Confiar es saber que la persona que te acompaña está ahí para sostenerte, apoyarte y escucharte cuando haga falta.

Confianza en una relación es estar seguro de que tus gestos, palabras o acciones no van a ser malinterpretados y si hay dudas, no hay problema en preguntar.

Confianza es saber que pase lo que pase la otra persona va a estar ahí. Habrá momentos mejores o peores pero eso forma parte de nuestra vida, la clave está en saber  que no hay mala intención en el otr@.

La confianza es clave en una relación. Se tarda mucho en ganar y décimas de segundo en perder, ya que la falta de confianza es el germen de muchos conflictos y si esta no se trabaja, se puede deteriorar la relación.

Hoy en día puede existir el error de pensar que en esa independencia y autonomía que nos han vendido, hemos de ser personas libres de movimiento, sin ataduras y si ya las hemos adquirido, estamos legitimados para romper esos acuerdos. Lo importante es que yo sea feliz y si algo o alguien me lo impide, pues miramos hacia otro lado. Es decir, podría parecer que a muchos matrimonios les falta la confianza para dar un sí definitivo a su compromiso, a su espos@, precisamente porque sobrevuela la sombra de la duda de que en algún momento el otro nos va a fallar.

Si falta esa confianza, ¿cómo nos vamos a dar del todo? ¿ Cómo nos vamos a comprometer con un amor definitivo y fecundo? El amor genera amor, da vida, pero si no hay confianza el amor se puede pudrir.

Silencio, mentiras, verdades a medias

La confianza en un matrimonio se rompe por el silencio, por la mentira o verdades a medias, por la traición a nuestro espos@ y al compromiso adquirido, pero sobre todo por la traición a uno mismo, cuando no somos capaces de luchar por lo que tenemos entre manos. Esta realidad por desgracia se vive en muchos hogares, si bien se puede trabajar para recuperar la confianza en nuestra relación, para que no haya falta de confianza en nuestro matrimonio.

¿Cómo? Poniendo mucho amor. Ya lo decía San Juan de la Cruz: “Pon amor donde no hay amor y encontrarás amor”. Y ya que el amor no es sólo un sentimiento, el Papa Francisco nos lo recuerda en "Amoris Laetitia": “Amar es hacer el bien”( AL 94)

Sólo confiando por amor llegaremos a ese encuentro con el otro (AL. 115):

Es la confianza de saber que estamos juntos en nuestro proyecto de vida, en nuestro matrimonio. Es la seguridad de saber que si me caigo voy a tener quien me ayude a levantarme, sin reproche, con cariño, porque estamos a lo mismo.

Confiar es amar de verdad, con un amor verdadero y fecundo que se renueva cada día, si de verdad queremos y para ello, necesitamos querer y creer lo que tenemos entre manos.

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