La muerte puede ser una perspectiva aterradora, sin saber exactamente qué nos sucederá. Sin embargo, los santos entendieron que la muerte no era el final sino el comienzo de una nueva vida.
Fue una fuerte y ardiente fe en el Evangelio de Jesucristo lo que les dio la posibilidad de ver la muerte a través de la esperanza.
A continuación una breve meditación de santa Faustina sobre la felicidad del cielo, ¡esperando la belleza que nos espera!
Cuando pienses en el muerte, recuerda la felicidad que nunca acaba.