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Este viernes, 10 de septiembre, en la mañana, una marioneta de 3,5 metros de altura ha llegado a la Plaza de San Pedro. La acogieron un grupo de niños y jóvenes de la diócesis de Roma. Y hasta un obispo y un cardenal.
Se trata de una marioneta que es un símbolo de los niños refugiados del mundo: La Pequeña Amal, la cual representa a una niña refugiada de 9 años que salió el 27 de julio de Gaziantep, en la frontera turco-siria, y recorre Europa en busca de su madre, y seguirá su itinerario hasta llegar a Manchester, Reino Unido.
Asimismo, esta mañana, en el patio San Dámaso, el papa Francisco dirigió un breve y afectuoso saludo a los niños que participaron en la Marcha por la Acogida "Apri" (Abre), organizada con motivo de la Jornada del Emigrante y del Refugiado, informó el Vaticano.
Por su parte, la pequeña Amal ha sido recibida por el cardenal Michael Czerny, Subsecretario de la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y por monseñor Benoni Ambarus, obispo auxiliar delegado para la Caridad y los Migrantes del mismo, quienes la esperaron junto a la escultura itinerante "Ángeles Desprevenidos" (Angels Unawares) ubicada en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
El cardenal Michael Czerny reiteró con énfasis: "La hospitalidad genera vida".
Querida Amal, gracias por venir entre nosotros", dijo el cardenal, "eres un ángel para los que te conocen. Asumimos tu historia, te acompañamos en tu viaje, y esperamos que tú y todos nosotros encontremos lo que buscamos".
Citando al Papa Francisco, Czerny subrayó que "la cultura del encuentro es un presagio de desafíos, ¡no siempre fáciles! - que permiten a las comunidades crecer conscientemente como familia humana, en la casa común. La acogida transforma".
Así "como lo atestiguan tantas comunidades y familias que han asumido el cuidado del 'extranjero', especialmente las que se ocupan de los menores desarraigados de sus familias, de sus comunidades, de sus aspiraciones, que deben confiar en extraños de buena voluntad para que los protejan y lleguen a ser las personas que Dios quiso que fueran y ocupen el lugar que les corresponde en las comunidades que los acogen".
El siguiente paso, dijo el cardenal es "la integración", "un proceso bidireccional, con reconocimiento mutuo y derechos y deberes".
Este también es un camino complejo, a veces accidentado, pero su objetivo debe ser siempre lograr el desarrollo humano integral tanto de los recién llegados como de los que los reciben, especialmente de los más vulnerables".
Sucesivamente, los presentes escucharon el testimonio de un niño refugiado acogido en un centro de Cáritas en Roma. En el evento también participaron los jóvenes de Ascs (la Agencia Escalabriniana de Cooperación al Desarrollo) quienes han organizado un taller para construir todos juntos una cometa, así como el grupo "Agesci Roma 51 Scouts", quienes construirán una tienda, tal y como hizo Abraham en los Robles de Mamré.
El acto ha finalizado con una merienda ofrecida a todos los niños y la despedida de Amal, que continuará su viaje por Europa.
Amal significa "esperanza" en árabe. Creada por la compañía de diseño Handspring Puppet Company, la marioneta está hecha de caña moldeada y fibra de carbono. Representa a una niña de nueve años y lleva la imagen de todos esos niños refugiados y desplazados (unos 34 millones) muchos de ellos separados de sus familias.
El mensaje de esta iniciativa es: "No nos olvides". El equipo que "da vida" a la pequeña Amal está formado por diez titiriteros, dos de los cuales son refugiados y están completando el viaje desde Siria al Reino Unido.