La solidaridad es un verbo que vino para quedarse con la pandemia del coronavirus, marcando una nueva forma de vida para muchos. Aquel que no se había visto en la necesidad de conjugarlo, tuvo que aprenderlo rápidamente en medio de la crisis humanitaria provocada por el coronavirus. A continuación tres iniciativas que se han venido llevando a cabo durante agosto en Chile:
A ponernos los anteojos
Desde la Fundación Padre Hurtado, la invitación ha sido ponerse los anteojos para ver al otro. La iniciativa hacía un llamado ciudadano a vivir el Mes de la Solidaridad por medio de anteojos hechos por niños, para no olvidar el verdadero sentido de la solidaridad, entendiendo que ésta comienza cuando nos ponemos en el lugar del otro y logramos verlo como un igual, especialmente en este crítico escenario que vivimos.
La multiplicación de los panes
En Recoleta una de las comunas más populares de Santiago, fuertemente afectada por los efectos sociales y económicos de la pandemia, la solidaridad se ha hecho carne desde el 6 de junio del 2020, con la puesta en marcha la “Panadería Solidaria”.
Desde ese día, cientos de familias han recibido el pan de manos del propio “cura delivery” como se conoce al sacerdote Juan Gramsch, vicario zonal, que junto a un equipo de tres voluntarias de la parroquia San Alberto de Sicilia, iniciaron esta labor.
“Mucha gente del sector de mi parroquia perdió el trabajo, no podían salir por el confinamiento, estaban en una situación bastante crítica. Entonces la esposa de un diácono propuso la idea y luego de revisar lo que se requería para partir, nos lanzamos con donaciones que recibimos. Luego postulamos a un proyecto y así pudimos armarnos con todo lo necesario”, dijo el padre Juan.
“Ha sido una experiencia tan bonita, yo llegaba a la casa de las personas a entregar el pan y se sorprendían al verme, entonces yo le decía ‘este pan te lo manda Jesús’. Hoy entregamos pan a un promedio de 70 familias, 3 veces a la semana. Yo ni siquiera tenía pensada la gran cadena de solidaridad que se iba a armar porque de una bolsa de pan que yo le entrego a una persona, se han llegado a repartir para otras tres familias más y así se va multiplicando, es algo muy lindo”, prosiguió.
“El Mes de la Solidaridad nos ayuda para que otras personas conozcan nuestra labor, y se sumen para permitirnos seguir con nuestra iniciativa”, agregó el padre Juan.
Del desierto a la Patagonia
Desde Cáritas Chile se lanzó la plataforma www.multiplicandosolidaridad.cl que reúne 25 iniciativas impulsadas en todo el país para apoyar a los más afectadas por la crisis sanitaria, social y económica, generada por la pandemia.
Una de estas iniciativas responde a la necesidad de apoyo en alimento para la diócesis de Valparaíso. Hilda Zaldívar, voluntaria de una de Olla Común, expresa: “Esta es una labor que nace del corazón, me encanta ayudar. Tenemos mucha gente y adultos mayores que necesitan del alimento diario que preparamos y sabemos que sin nuestro aporte, ellos no tendrían que comer”.
El director ejecutivo de Cáritas Chile, Lorenzo Figueroa, señala:
“La tecnología nos permite mostrar en una plataforma que, de Arica a Punta Arenas, hay diversas iniciativas, hay voluntariado, entrega, cuidado por el otro. En este Mes donde recordamos al P. Hurtado y todo lo que él promovió respecto del valor de la solidaridad, vemos que esta vivencia está en marcha plenamente. La gente está organizada, trabajando por el otro en poblaciones, juntas de vecinos, parroquias y capillas. Lo que realmente significa la solidaridad, es mucho más que un acto de caridad puntual, es el llamado a buscar hacer justicia y buscar la dignidad de las personas, entendida plenamente al estilo del Padre Hurtado”.
Hoy celebramos a...