La sangre de san Juan Pablo II se derramó en un lugar simbólico. Era la ubicación del circo del emperador Nerón, donde los primeros cristianos dieron sus vidas por Cristo. San Pedro fue crucificado en las proximidades también
Antes del intento de asesinato contra Juan Pablo II, no había ni una imagen de santa María en la plaza de San Pedro en Roma. La primera, y, hasta ahora, la única, apareció allí como ofrenda votiva a modo de agradecimiento por el rescate del Papa polaco.
Una pequeña losa de mármol con el emblema del Papa polaco y la fecha del 13 de mayo de 1981 engastada en el pavimento nos recuerda el lugar del intento de asesinato. A menudo pueden verse peregrinos rezando aquí y flores depositadas sobre la losa.
El Santo Padre estaba convencido de que fue la Santa Virgen María quien salvó su vida, así que, cuando empleados del Vaticano le dijeron que querían conmemorar su rescate, él solicitó que se colocara una imagen de la Virgen María en la plaza de San Pedro en un lugar visible para todos.
Esta imagen también fue una respuesta a un comentario que Juan Pablo II escuchó un año antes del intento de asesinato durante un encuentro con jóvenes. Uno de los muchachos se había percatado de la ausencia de Nuestra Señora en la plaza frente a la basílica vaticana, a pesar de las ya presentes estatuas del Salvador, todos los apóstoles y 140 santos en la columnata. Juan Pablo II prometió remediar esto y la iniciativa de los empleados presentó una oportunidad para hacerlo.
Hoy, resulta difícil imaginar el Vaticano sin la imagen de Nuestra Señora y el Niño.
Muestra también el escudo de armas de Juan Pablo II y su lema papal, Totus Tuus. Debajo se lee la inscripción latina Mater Ecclesiae. Sin embargo, para que esta imagen mariana apareciera en la plaza, primero fue necesario superar la resistencia de los arquitectos, que no querían permitir el más mínimo cambio en el aspecto de la plaza. Al final, no obstante, cedieron ante la firme petición de Wojtyła y un mosaico terminó por cubrir una de las ventanas del Palacio Apostólico.
Aunque parece discreto desde abajo, ¡tiene más de dos metros y medio de altura! Es una copia de un fresco encontrado en una de las columnas de la anterior basílica constantina que, por fortuna, se había preservado.
La Madre de Dios recibió el título de Mater Ecclesiae o “Madre de la Iglesia” para conmemorar el acontecimiento histórico del 21 de noviembre de 1964, cuando Pablo VI proclamó que María era la Madre de la Iglesia. Esto se produjo durante el Concilio Vaticano Segundo. Los grandes e incansables defensores de conceder a Nuestra Señora este título fueron los obispos de Polonia, en especial el Primado del Milenio [el cardenal Stefan Wyszyński], enfatiza el padre Arkadiusz Nocoń de la Congregación para el Culto Divino.
Juan Pablo II bendijo el mosaico el 8 de diciembre de 1981, implorando que Nuestra Señora ayudara a todas y cada una de las personas que llegaran a la plaza para “alzar sus ojos hacia María y dirigir sus oraciones a Ella con la devoción de un niño”.
Fátima, además, está presente en el recinto más mariano del Vaticano, es decir, los jardines papales. Aquí es donde encontramos una estatua de María extendiendo sus serviciales manos hacia tres pastores.
Debemos señalar también que, cuando los Papas se embarcan en sus viajes, son bendecidos por Nuestra Señora de Częstochowa, una exclusiva estatua de la Reina de Polonia donada por la Orden paulina. Está ubicada justo en el helipuerto dentro de los Jardines Vaticanos.
El Estado de la Ciudad del Vaticano, que es el nombre oficial del país más pequeño del mundo, ha estado consagrado a la Santísima Virgen María ya desde sus comienzos y también ha estado marcado por las apariciones de Lourdes. En su actual forma, el Vaticano fue creado por los Tratados de Letrán firmados el 11 de febrero de 1929. Sin embargo, pocas personas recuerdan que las primeras apariciones marianas tuvieron lugar en Lourdes 71 años antes de ese día.
Pío XI, el Papa que firmó los Tratados, también hizo instalar una estatua de la Inmaculada Virgen en la fachada del Palacio del Governorato, un equivalente aproximado a un ministerio del Interior. La Virgen envuelve a todo el país en su maternal abrazo. Las imágenes marianas en los jardines papales cuentan la historia de la Iglesia y dan testimonio del papel de María en su historia.
Este texto fue publicado en la edición polaca de Aleteia: https://pl.aleteia.org/slideshow/jedna-reka-strzelala-a-inna-kierowala-kula-jan-pawel-ii-wierzyl-ze-ocalila-go-maryja-6487/