Desde hace años, el sello Disney y sus filiales están introduciendo cada vez más contenidos de género en sus películas y producciones. En unas ocasiones, lo han hecho a través de personajes homosexuales en sus filmes; en otras, lo han hecho con trabajos explícitamente de temática homosexual como el cortometraje “Out”, de Pixar.
Hace unos años fue muy fuerte la corriente en redes sociales que pedía que Elsa, la protagonista de “Frozen”, tuviera una pareja del mismo sexo en la segunda entrega del taquillero film. Finalmente, Disney no sucumbió a la presión.
Sin embargo, aunque no había referencias directas en Frozen muchas personas interpretaron dos de sus temas musicales, Let it Go y Show Yourself, como dos canciones de clara temática homosexual, hasta el punto que Show Yourself (Muéstrate) fue definida en redes como "una balada sobre el poder lésbico".
Pero ahora Disney ha ido más allá y ha lanzado su primera canción abiertamente LGTB+ para la segunda temporada de la serie basada en el film High School Musical. Después de una pelea de enamorados, Carlos se la canta a su novio Seb.
La canción se titula In a Heartbeat y es una declaración de amor del primero al segundo. Además, los dos actores que interpretan a los adolescentes homosexuales en la ficción son pareja en la vida real.
Ambos han declarado que grabar la primera canción de amor LGTB+ de Disney era “algo muy necesario”, sobre todo, porque “significa mucho hacerlo para una plataforma con tanta repercusión a nivel mundial”.
Desde los grupos LGTB+ han mostrado su satisfacción por decisiones como esta por parte de Disney que siempre “ha seguido una línea conservadora y es responsable de la romantización de las relaciones desde un punto de vista patriarcal”. Han valorado positivamente los pasos de Disney hacia “la visibilidad”.
Y Disney va a dar más pasos. Prepara la vuelta del clásico The Proud Family, pero esta vez con dos padres gais multiétnicos y una hija adoptada que es activista racial.
Aunque estos contenidos impregnen cada más la esfera Disney, si no son de su agrado, sepa, -aunque no lo crea-, que el poder está en sus manos. En realidad, siempre lo ha estado: a través del mando a distancia y del interruptor.
Por suerte, tenemos cientos de canales de televisión a nuestra disposición para elegir y ejercer “el poder” que tenemos como telespectadores. Incluso si no quiere ejercer ese “poder”, el interruptor siempre le permitirá apagar la televisión.