Después de rezar el Ángelus del domingo, 18 de julio, en la Plaza de San Pedro con los fieles y peregrinos presentes, el Papa Francisco manifestó su cercanía al “querido pueblo cubano en estos momentos difíciles”, en especial, dirigió su pensamiento a las “familias” que más sufren.
“Pido al Señor que les ayude a construir una sociedad cada vez más justa y fraterna en paz, diálogo y solidaridad”, dijo el Papa Francisco, 84 años, que reapareció en la ventana de San Pedro luego de una delicada operación al colon.
Por su parte, los obispos cubanos confirmaron su preocupación por la criminalización de la gente que manifiesta en las calles contra el gobierno: "Los que manifiestan no son criminales, sino gente común que expresa su descontento”. La posición de la Iglesia cubana es invitar “al diálogo”.
En una nota enviada a la Agencia Fides, los obispos afirman que les “preocupa que la respuesta a estos pedidos sea la inmovilidad que contribuye a dar continuidad a los problemas, sin resolverlos” tras las protestas de la población, provocadas por la situación social y económica en la que vive el país.
Las principales agencias de información aseguran que para el gobierno cubano que encabeza Miguel Díaz Canel, se trata de una maniobra estadounidense para "desestabilizar" la isla.
Las manifestaciones callejeras que tuvieron lugar el domingo 11 y lunes 12 de julio en las principales ciudades del país, con enfrentamientos con la policía y numerosas detenciones, claman por un cambio.
Una masa de jóvenes, especialmente, decidió protestar en la búsqueda de mejorar la situación respecto a los alimentos, debido a la subida de precios, el agravamiento de la pandemia y la falta de democracia.
Tras la oración mariana, el Papa también dirigió su mirada a otras regiones de la escena internacional, dirigiendo en particular un llamamiento a la paz en Sudáfrica y la ya mencionada Cuba. Además, expresó su cercanía a los pueblos de Alemania, Bélgica y Holanda, que se han visto afectados por catástrofes e inundaciones.