La Orden de Religiosos Camilos en España, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios,
Hospitales Católicos de Madrid, la Conferencia Española de Religiosos CONFER y la
Federación Nacional LARES han mostrado su negativa ante la Ley de Eutanasia aprobada en España.
“Comprometidos con el alivio del sufrimiento y el cuidado de la vida”, las entidades sanitarias, “defienden la vida como un bien y un valor fundamental sobre el que se sustenta la persona por lo que su respeto es imprescindible”.
Mediante nota de prensa explican: “Desde el respeto a la dignidad humana exigen no dañar la vida ni la integridad personal, sino promover y cuidar la vida, actuando para aliviar el sufrimiento”.
Explican que en este contexto, “la sedación paliativa correctamente indicada, cuando no son efectivas otras medidas, y administrada previo consentimiento del paciente, respeta y humaniza el proceso del final de la vida mitigando el sufrimiento intenso e incoercible”.
“La sociedad puede hacer posible que personas con vidas frágiles o muy limitadas se encuentren integradas y acogidas, dedicando suficientes recursos sanitarios y sociales que hagan posible afrontar estas situaciones”, afirman los colectivos religioso-sanitarios reiterando su compromiso “ con la humanización del cuidado de la vida de las personas sin pretender alargarla o acortarla irresponsablemente”.
El delegado general de los Religiosos Camilos, José Carlos Bermejo explica: “Tememos que la ley de la eutanasia desmotive a personas que necesitan cuidados para vivir dignamente y con sentido; que intereses espurios generen demanda de ayuda o ejecución de eutanasia; que disminuya el compromiso social por salir al paso de la soledad no deseada y de los cuidados dignos en la dependencia, así como prácticas indiscriminadas de sedación no correcta. En definitiva, tememos una cultura del descarte en torno al sufrimiento y el morir”.
De igual manera se expresa el director del departamento de Ética en San Juan de Dios, José María Galán: “percibimos una creciente sensibilidad social ante el sufrimiento al final de la vida y queremos expresar públicamente que seguimos comprometiéndonos con la paliación del dolor y el sufrimiento humanos, ofreciendo la aplicación eficaz de unos Cuidados Paliativos de gran calidad que, a la vez, respeten la vida sin provocar la muerte. Confiamos en que nuestra capacidad de acogida, acompañamiento y cuidado de las personas en las fases finales de la vida aliviarán su sufrimiento. Y nos hacemos solidarios con ellas a través de nuestra Hospitalidad para ayudarles a afrontar el último periodo de su vida que puede ser experimentado como el más difícil vivir”.