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Cuba: Fallece a los 120 años su ciudadano más longevo

CUBA
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Macky Arenas - publicado el 12/06/21
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No sin antes revelar su secreto para una vida plena y sana en medio de la precariedad: “Haz el bien y no mires a quien”. Emilio Duanes Dubalcer ya puede ser considerado en Cuba un símbolo de sobrevivencia, que ya es una proeza

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Según datos del Banco Mundial, actualizados al año en curso, la esperanza de vida en Cuba es de 79 años para la población en general, siendo un poco más alta en las mujeres que se ubica en 81 al nacer.

No  obstante, un cubano alcanzó los 120 años lo que se considera toda una proeza en un país donde la alimentación y la salud viven una crisis que ya lleva seis décadas.  Es una crisis estructural en su modelo que ha conducido a la depauperación de la calidad de vida. Vivir 120 años en Cuba no es tarea fácil. Por ello la hazaña de nuestro personaje da pie para algunas actualizaciones en torno a la situación de las personas de la tercera edad en la isla.

Si bien es cierto que se ha producido una cierta apertura en los últimos años, también lo es el que el régimen comunista, instalado en la isla desde 1959, no suelta amarras y sigue limitando la manera cómo vive su población.

El país ha llegado a estos días sin que la reforma impulsada por el gobierno de Raúl Castro (2008-2018) haya logrado ni el más mínimo cambio en el modelo social, económico y político cubano, que sigue manteniendo el monopolio absoluto del Partido Comunista y la economía centralmente planificada. 

El resultado es la contracción del turismo a niveles históricos, la caída en picada de la agricultura que no logra satisfacer la demanda interna de alimentos, deudas por todas partes y una recesión que plantea  un escenario realmente dramático para el país.

El Censo Nacional de Población y Viviendas se sorprendía –desde el 2012- de que “un 18.3 % de la población cubana ya había arribado a su sexta década de vida. El dato no solo confirmaba que Cuba es uno de los países más envejecidos de América Latina, sino que definitivamente era la certeza de que para el año 2050, nuestro  país será una de las naciones que mayor número de adultos mayores tendría en el mundo. Pero lo acelerado del proceso no deja de sorprender, si tenemos en cuenta que en tan solo siete años la proporción de personas mayores se ha incrementado en más de dos puntos porcentuales”.  Algunos análisis lo han atribuido a un “robusto sistema de protección social y solidaridad”. Aunque la realidad cuenta otra historia.

Como adelantó un  informe publicado en el portal de la Cepal, durante su Conferencia Argentina en 2010, “desde hace más de tres décadas, la fecundidad se ha mantenido en niveles significativamente bajos, reflejando valores que, desde 1978, no permiten el reemplazo generacional de la población . Los índices de mortalidad general e infantil son también bajos y la esperanza de vida al nacer está muy cerca de los 78 años . La migración internacional ha mostrado saldos negativos por más de 50 años”.

El informe, que para nada le carga la mano al régimen, no obstante insiste en “los desafíos importantes que entraña en envejecimiento para la familia, la interacción comunitaria, el Estado y la sociedad cubana”  y sugiere “asumir a las personas de edad como sujetos de derecho, con garantía de oportunidades, disponibilidad y accesos”.

Cuando se hace seguimiento de la cotidianidad en Cuba, es obvio que esas recomendaciones no han tenido eco. La pandemia lo ha reflejado con gran dramatismo. Ancianos, jubilados y mendigos son los más afectados por el coronavirus y la crisis económica. Enfermeros y médicos  opinan abiertamente que "si en todos los asilos de Cuba se hicieran tests de detección del coronavirus, muchos darían positivos".

Los pensionados reciben la ridícula suma de 380 pesos del Estado. Testigos aseguran que hubo tiempos en que era difícil ver un mendigo en las calles, aún bajo Fidel Castro y con el chorro de petróleo ruso cerrado. Las condiciones en los hogares de ancianos eran decentes. Pero las reformas económicas de Raúl, su hermano y sucesor en el poder, provocaron recortes financieros a la sanidad y los servicios sociales. Actualmente, ancianos indigentes llevan años durmiendo en portales callejeros.

El hecho constatable es que miles de doctores dejaron de prestar asistencia en el programa Médico de la Familia, diseminado por todos los municipios y barriadas. El régimen optó por utilizarlos en la exportación de servicios de salud y que hoy se ha convertido en la primera industria recaudadora de divisas del país.

Pero esa entrada de divisas también se ha colocado en  riesgo luego de la resolución calificada de “histórica” emanada del Parlamento Europeo, que salió adelante el pasado 10 de junio con 386 votos a favor, 236 en contra y 59 abstenciones. Esa resolución condenó, entre otras arbitrariedades,  la “esclavitud de Brigadas Médicas de Cuba en el exterior” y confirmó que el Acuerdo de Diálogo es violado actualmente por Cuba y por el Servicio Europeo de Acción Exterior”.

El texto “lamenta profundamente la falta de compromiso y voluntad del régimen cubano por realizar avances, aunque sean mínimos, hacia un cambio o por abrir canales que permitan encontrar vías para reformar el régimen, lo que mejoraría la participación social y política, además de las condiciones de vida de los ciudadanos”.

Esa falta de compromiso y voluntad podría atenazar gravemente al régimen cubano si Europa aplica decididamente las medidas por violación del Acuerdo mencionado, lo que implicaría consecuencias de efectos impredecibles para un régimen que se ha enajenado montones de apoyos por sus sistemática violación de los derechos humanos.

“El pueblo cubano lleva mucho tiempo sufriendo y el objetivo principal de este Acuerdo es mejorar su vida. Sin embargo, Cuba sigue violando sus obligaciones en materia de derechos humanos y la UE debe dar un paso adelante para hacerlas cumplir”, concluyeron los miembros del grupo parlamentario Renew Europe. 

CUBA

Pero hubo quien consiguió navegar esas turbulentas aguas, sorteando las terribles carencias a que vive sometido el pueblo cubano, hasta que resolvió irse de este mundo a los 120 años.

Se trata de Emilio Duanes Dubalcer, el hombre más longevo de Cuba y quizás del mundo, en el municipio Minas, de la central provincia de Camagüey.  Trascendió que sufrió una neumonía repentina luego de estar en cama por un año tras una fractura de cadera, algo muy factible en la vejez. Pero  su salud era buena y su familia estaba pendiente de él. Y como de algo tenía que sufrir a semejante edad, sufría de la memoria.

De él se cree –pues no se conserva el certificado de nacimiento- que vino al mundo el 10 de mayo de 1901 en Haití y emigró hacia Venezuela en compañía de una tía a la corta edad de nueve años. A los 12 se mudó a la isla y se instaló con su familia en Santiago de Cuba. Tras la llegada de Fidel Castro al poder por la vía del Golpe de Estado, viajó a Holguín donde trabajó como campesino y decidió “echar raíces”. Luego de sus varios destinos, arribó a Minas, Camagüey en el año 1999, y allí ancló formando una familia de 13 hijos, 36 nietos y más de 40 bisnietos.

Hace un año, durante una entrevista, el considerado hombre más longevo de Cuba reveló el secreto de su larguísima vida: se basa –dijo- en “estar con tranquilidad, con una familia que lo atienda, y recordar siempre el proverbio de Haz bien sin mirar a quién”.

Aunque no sea sino por este consejo, un real testimonio de vida, es propicio citar su experiencia y recordar las palabras y sugestión de un ser que, lejos de acumular rencores, anidar odios y vivir en una eterna queja, fue capaz de mantener el alma limpia y el corazón generosos mientras su cabeza podía razonar.

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