Hace 190 años, exactamente el sábado 27 de noviembre de 1830, hacia las seis de la tarde, una joven religiosa francesa llamada Catalina Labouré rezaba en la capilla, cuando se le apareció la Virgen.
Estaba vestida de seda blanca y tenía en las manos una esfera dorada, que representaba el mundo y que ofrecía a Dios. Sus pies se apoyaban en una semiesfera.
En las manos tenía anillos con piedras preciosas de varias dimensiones; casi todas centelleaban y lanzaban rayos luminosos de diversa intensidad.
Durante esta aparición se formó en torno a ella como un marco oval, en el que estaba escrito en caracteres dorados esta frase:
«Oh María concebida sin pecado, orad por nosotros que recurrimos a vos».
Entonces se oyó una voz que decía:
«Haz acuñar una medalla sobre este modelo. Todos los que la lleven al cuello recibirán grandes gracias, y estas serán abundantes para las personas que la lleven con confianza».
Para celebrar los 190 años de esta importante aparición mariana, el Papa Francisco bendijo una imagen peregrina de la Virgen de la Medalla Milagrosa, para que por todo un año visite varias comunidades de Italia: hospitales, centros de ancianos, parroquia.
Así Nuestra Señora, pueda nuevamente traer un mensaje de paz y esperanza, a todos aquellos que están sufriendo a causa de la pandemia de Covid-19.
Una caricia a los pobres, a los que sufren: «La caricia de la Virgen a los pobres y necesitados», dijo el Padre Valerio Di Trapani, coordinador de la iniciativa «Maria Peregrina» a los micrófonos de Radio Vaticano Italia.
La peregrinación ha iniciado el 1 de diciembre del 2020 y finalizará el 30 de noviembre del 2021, ya a casi 6 meses podemos ver estas emocionantes imágenes de la Virgen de la Medalla Milagrosa peregrina consolando con su caricia que alivia el alma: