La Virgen María en su título como "Auxilium Christianorum", (Auxilio de los Cristianos), es una de las advocaciones más queridas e invocada de todos los tiempos.
Tan importante como para ser mencionada en las Letanías Lauretanas. La historia de su advocación tiene una larga tradición dentro de la Iglesia.
Quizás su máximo "promotor" fue san Juan Bosco a quien la misma Virgen se le apareció en 1860. Cuando al sacerdote se le complicaban las cosas, se dirigía a Ella diciendo en modo simpático. "Entonces, ¿empezamos a hacer algo?"
El gran sacerdote, apóstol de la juventud, mandó erigir la basílica de María Auxiliadora, que construyó en apenas tres años en Turín.
En esta hermosa basílica, donde se encuentra la reliquia de su santo fundador, se encuentra una majestuosa pintura comisionada por el santo al pintor Tommaso Lorenzone.
Representa a la Virgen Auxiliadora con el cetro de mando y con el Niño Jesús en brazos. Ella se encuentra suspendida en una nube y rodeada por los Apóstoles y evangelistas. Abajo en fondo se puede ver el santuario y el oratorio tal como aparecía en 1868.
Don Bosco puso bajo su protección materna a los institutos religiosos fundados por él que en poco tiempo se esparcieron por todo el mundo.
Así continentes y naciones enteras conocieron a María Auxiliadora y muchos países la tienen como patrona celestial: Australia, China, Eslovenia, también es patrona de la Patagonia y el agro argentino.
Hoy podemos ver varias representaciones de la Virgen María Auxiliadora que con tanto cariño y devoción, los distintos países en el mundo demuestran cariño y honoran a Nuestra Santa Madre: