La basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, en Washington, D.C. (Estados Unidos) celebra el centenario del inicio de su construcción. Y ¿qué mejor manera de celebrarlo que visitar la iglesia católica más grande de Norteamérica?
Por supuesto, las restricciones actuales por la pandemia mundial harán difícil una peregrinación. Pero, por suerte, el sitio web del Santuario Nacional está perfectamente equipado con una extensa visita virtual que permite a los visitantes explorar la Gran Iglesia Superior, el Sagrario, la Iglesia de la Cripta y el Salón Conmemorativo.
Ubicado en los terrenos de la Universidad Católica de América, el Santuario Nacional tiene una arquitectura única. El estilo de su estructura se considera románico-bizantino, con lo que rinde homenaje a dos de las culturas cristianas más antiguas.
En estilo románico, la basílica muestra sus gruesos muros de piedra, las esculturas en tímpanos y los imponentes arcos; del estilo bizantino se extrae el uso de mármol y los enormes y elaborados mosaicos.
Según su sitio web, el Santuario Nacional contiene 93.845 pies cuadrados (unos 8718 metros) de mosaicos. Estas obras dignas de admiración decoran todas y cada uno de las más de 80 capillas y oratorios, además de las múltiples y enormes cúpulas en lo alto, que han puesto a prueba la tensión de los cuellos de muchos visitantes bienintencionados que se han pasado tardes enteras mirando arriba.
En la Gran Iglesia Superior hay cinco cúpulas distintivas: la Cúpula de la Encarnación , la Cúpula de la Redención , la Cúpula de la Trinidad , la Cúpula de la Santificación y la Cúpula de la Glorificación, las cuales, juntas, forman una cronología del Nuevo Testamento.
Hay tantísimas cosas que ver en la Gran Iglesia Superior que hacen falta dos visitas separadas para abarcarlo todo. Con la primera visita del tour virtual, titulada “Great Upper Church”, pueden verse todas las demás cúpulas, además de muchas de sus capillas y oratorios ornamentados, que se encuentran en los laterales de la nave principal.
La segunda visita por la Gran Iglesia Superior (titulada “Great Upper Church Sanctuary”) lleva a los visitantes detrás del altar hacia el Sagrario, donde hay más capillas, una de ellas consagrada al Santo Sacramento. En el Sagrario, los visitantes pueden ver el mosaico de Cristo en Majestad, que domina el ábside norte.
El mosaico mide 34 pies (unos 10 metros) de mano a mano y se emplearon 4000 tonos y colores en su elaboración. Cuando se consagró el Santuario Nacional en 1959, este mosaico era la única ornamentación presente en el edificio. En los ábsides este y oeste pueden verse unos mosaicos de 3570 pies cuadrados (unos 331 metros) de José y María.
Mientras exploras la Gran Iglesia Superior, te sugerimos que visites el sitio web del Santuario Nacional y enciendas una vela virtual. Las velas no se encenderán ante tus ojos en el tour virtual, pero es una forma divertida de sumergirte en la visita virtual y tener más la impresión de estar realmente en la basílica. Las intenciones de oraciones pueden ofrecerse a través del miso hipervínculo.
Cuando hayas cansado tus piernas virtuales en la Gran Iglesia Superior, la visita continúa por la Iglesia de la Cripta. Muchos alumnos de la Universidad Católica de América prefieren asistir a misa en la Iglesia de la Cripta, ya que ofrece una atmósfera más íntima que con los altos techos de la Gran Iglesia Superior.
La Iglesia de la Cripta alberga más mosaicos espléndidos, además de capillas y oratorios. También es visible el magnífico órgano, que funciona perfectamente con el techo bajo e inclinado de la Iglesia de la Cripta para ofrecer una música única y maravillosas reverberaciones. No te pierdas el vídeo de abajo durante la visita de la Iglesia de la Cripta, que te aproximará un poquito más a la experiencia de un tour en persona.
Fuera de la Iglesia de la Cripta está la última parada de la visita por el Santuario Nacional: el Salón Conmemorativo, donde pueden verse 14.400 bloques de mármol tallados con los nombres de los benefactores del Santuario.
También se encuentran en el Salón Conmemorativo varias esculturas de santos a escala real de una talla espléndida, incluyendo a la Santísima Virgen, a santa Teresa de Calcuta, santa Catalina Tekakwitha y muchos más.