Este conmovedor testimonio de amor a la Eucaristía nos llega desde la ciudad brasileña de Patos, en el Estado del noreste de Paraíba.
La historia fue compartida por la parroquia de Nuestra Señora de las Nieves en su cuenta de Instagram y no tardó en hacerse viral y hacerse un hueco en los medios informativos.
El momento tuvo lugar en marzo, cuando no era permitido asistir a misa en persona debido a las medidas sanitarias preventivas en un tiempo en que Brasil estaba recibiendo un impacto especialmente duro de la pandemia de Covid-19.
La oficina de comunicaciones de la parroquia explicó al blog católico Ancoradouro lo sucedido en este inusual caso.
Cuando el padre Espedito Caetano estaba celebrando misa, cerca del momento de la consagración se percató de que había una mujer anciana con un andador en la ventana de la iglesia.
Al ver su devoción, cuando llegó el momento oportuno, le acercó el Santo Sacramento para que pudiera recibir la Sagrada Comunión.
Alguien de la parroquia que ayudaba al sacerdote pudo tomar algunas fotografías del momento, que luego se compartieron en Instagram.
La parroquia informa que los comentarios de la publicación son consistentemente positivos.
Todos expresan admiración hacia la fuerte voluntad de la anciana por permanecer en la ventana con su andador para participar “remotamente” de la misa.
Su ejemplo es una invitación para que examinemos lo que hemos estado dispuestos a hacer en nuestras propias vidas para alimentar nuestras almas durante esta pandemia.
Las limitaciones a la participación en la misa siguen vigentes actualmente en Brasil, donde la tasa de mortalidad por Covid permanece alta.
Solamente nos queda esperar que la mujer en cuestión (cuyo nombre no se compartió en los medios) pronto pueda sentarse en la primera fila para participar, en mejores condiciones, de la liturgia que, claramente, significa tanto para ella.
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