Cepillín ha muerto y con él una generación de humor blanco e inocencia. Cepillín, Capulina, Cri Cri, Chespirito,y más atrás Cantinflas han dejado este mundo, el mundo donde ahora impera la vulgaridad y el reggaeton en las fiestas de los niños. Cientos de miles de seguidores en México y en el mundo le dicen adiós al payasito regiomontano. Mexicanos y fans oran por su eterno descanso. Que descanse en paz…Cepillín tuvo gran influencia en la niñez mexicana desde los años 70 y 80, su poderosa sonrisa y su inigualable maquillaje hicieron de Cepillín el payaso favorito de los niños. Era el payaso que todos querían en sus fiestas de cumpleaños, todos los niños soñaban con que Cepillín ambientara sus fiestas.
Era el payasito por excelencia que aparecía en comerciales, películas y programas de Televisa. Tuvo éxito con un humor blanco e inocente, en una época donde no cabían las vulgaridades ni las palabras de doble sentido.
Sus canciones eran un hit, un trancazo un cañonazo de cientos de miles de discos vendidos, en todas las estaciones de radio se escuchaba la “Feria de Cepillín”, “El Tamborileiro Cepillin”, la “Gallina Coco ua ua” y el “Bosque de la China” con estas canciones hacía bailar a niños y adultos.
Sus melodiosas y empalagosas letras y ritmo, llenaban estadios y carpas de circos. Todos coreaban sus canciones. Al paso de los años fue desapareciendo Cepillín de las pantallas por un veto implacable de su televisora Televisa.
Pero no pasó al olvido, se seguían oyendo sus canciones más famosas en todas las fiestas de los niños en las siguientes generaciones. Esto hasta que poco a poco fue entrando el vulgar reggaeton a las fiestas de los niños. Hoy son pocos los hogares que recuerdan sus canciones.
Devoto de la Virgen de Guadalupe
Cepillín tenía un carisma especial, y se distinguía por su devoción y amor por la Virgen de Guadalupe y su amor por su fe católica, el amor por su familia y esposa. Sin escándalos y excesos vivió en la cúspide y en lo más alto de su exitosa carrera. Lo distinguía su caballerosidad, no había noticias negras o amarillas o polémicas que hablaran mal del payasito consentido de los niños mexicanos.
Pero todo por servir se acaba con más de tres infartos y una lesión en la columna que lo postró hasta la última morada de un hospital.
Hoy ya no está más aquí, el querido Cepillín, hoy ya se fue saltando y brincando a los brazos de Dios, ha muerto y ha dejado los corazones llenos de melancolía de los adultos que alguna vez fueron niños.
Con Cepillín ha muerto una generación de artistas que de verdad tenían un talento para contar chistes o hacer reír sin la necesidad de decir groserías o vulgaridades, fue una generación, con Capulina, Chespirito, Cantinflas y otros más que tenían un talento único para entretener, encantar y alegrar los corazones. Con Cepillín ha muerto el humor blanco e inocente de México para nunca más volver. Luzca para Cepillín la luz perpetua, que descanse en paz.
A continuación una anécdota con el padre José de Jesús, un sacerdote que trabaja con las “estrellas” en México:
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