Un total de 1.020 Hermanos, profesionales, voluntarios y donantes están volcados en el cuidado de personas vulnerablesDesde aquel 20 de marzo de 1539 en que san Juan de Dios se convirtió cuando tenía 42 años y pasó a atender a enfermos, la Orden Hospitalaria que fundó no ha olvidado su objetivo original: la predilección por los más vulnerables.
Hoy, fiesta de san Juan de Dios, millones de personas en todo el mundo pueden decir que han sido atendidas de “los Hermanos”, como se conocen habitualmente.
1.020 hermanos, 300.000 donantes…
La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios es hoy una institución de la Iglesia Católica presente en 51 países de los cinco continentes. Forman parte de ella 1.020 Hermanos, unos 63.000 profesionales, unos 23.000 voluntarios y 300.000 donantes. Son un mar de ayuda en medio de la enfermedad, el dolor y el sufrimiento, y así está siendo también durante la pandemia.
Transcurridos casi 500 años desde su puesta en marcha, el espíritu de san Juan de Dios sigue siendo el motor de esta obra: la persona vulnerable está en el foco.
Cuidando el cuerpo y el alma
Como señalan desde la orden, esto implica una atención integral a la persona, es decir, no solo buscan el cuidado del cuerpo sino también del alma.
La labor asistencial se ha adaptado al siglo XXI para que este servicio sea lo más completo posible: hoy se extiende a la investigación (con hospitales de referencia como el de Sant Joan de Déu de Barcelona) y al ámbito social, que comprende, entre otros:
- reinserción laboral y social,
- atención a personas dependientes,
- comedores sociales,
- ayuda a menores migrantes y sin familia en el país al que llegan, y
- servicios de higiene.
Las personas más vulnerables, para la Orden Hospitalaria de san Juan de Dios, lo son a causa de su enfermedad o por su limitación de recursos.
Puedes ver imágenes de la labor de la Orden:
Por el volumen de personas que trabajan en esta tarea, en la actualidad está considerada como una de las mayores organizaciones internacionales de cooperación sin ánimo de lucro. Esto hace que sea un modelo para muchas entidades que comienzan o quieren mejorar su trabajo, más allá del entorno católico.
En cuanto a España, este año será el de un gran cambio a nivel organizativo: las tres provincias de Castilla, Aragón y Bética se unifican. Pasarán a ser una única provincia con sede central en Madrid. El próximo día 16 de marzo, el superior general de la Orden viajará a Granada, decretará la unificación y nombrará un nuevo gobierno provincial.
San Juan de Dios no ha parado en el desarrollo de programas internacionales de acción social y de salud en todo el mundo.
Una hospitalidad integral
En palabras del superior provincial de Aragón (España), el Hermano José Luis Fonseca, “la Orden Hospitalaria atiende a las personas de manera integrada en todos sus ámbitos. Esta integralidad incorpora aspectos biológicos, emocionales, contextuales y de pensamiento o creencias, y requiere el análisis del proceso salud-enfermedad así como el análisis de las necesidades sociales que condicionan su bienestar”.
Siguiendo el espíritu de san Juan de Dios
En los centros de la Orden se hace un acompañamiento en el sufrimiento y en el dolor de manera humanizada. Así se siguen los principios de la institución. Estos se basan en los valores de la hospitalidad, calidad, respeto, responsabilidad y espiritualidad.
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