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Cuando el Papa mandó un mensaje a la Luna

Paul VI
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Adriana Bello - publicado el 07/03/21
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La religión y la ciencia, contrario a lo que mucha gente piensa, muchas veces han ido de la mano

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Hace unos años, un robot llamado Perseverance llegó a Marte. Salió en julio del 2020 de la Tierra y fue ideado para buscar evidencia de ciertas preguntas que se tienen sobre ese planeta. Y aunque fue noticia, no se compara con el alboroto mundial del Apollo 11 cuando aterrizó en la Luna en 1969.

Esa vez muchos miraron en su televisor como el astronauta Neil Amstrong se convertía en el primer hombre en caminar sobre ella, incluido el Papa Pablo VI, quien horas antes miró la luna desde un telescopio del Observatorio Astronómico del Vaticano (que se encuentra en el mismo edificio del Palacio de Castel Gandolfo, a unos 20 kms al sur de Roma, que hoy en día es un museo católico pero hace unos años era una residencia papal suburbana de verano) y luego se sentó como todos frente a un televisor para ver el aterrizaje.

¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?

Lo que quizá algunos no saben, es que Pablo VI mandó un mensaje que quedó en la Luna. La NASA solicitó a varios presidentes de distintos países y al Papa que escribieran una nota para que los astronautas las dejaran allí.

Él escogió el Salmo 8, que fue grabado en una placa: “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él? ¿Qué es el hijo de Adán para que cuides de él? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos. Todo lo pusiste debajo de sus pies”.

PAULU VI
© Catholic Press Photo

En retorno y agradecimiento, los astronautas le trajeron un pedacito de la Luna, el cual se encuentra guardado en el Palacio de Castel Gandolfo.

Mensaje del Papa

Además, minutos después que Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins aterrizaran, el Pontífice les mandó sus bendiciones y este mensaje, convirtiéndose en el primer Papa en enviar un mensaje al espacio:

“¡Gloria a Dios en lo más alto y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad!

Cristo, al venir entre nosotros desde los abismos de la divinidad, hizo que esta voz bendita resuena en el firmamento.

Hoy, nosotros, sus humildes representantes, hacemos eco y lo repetimos como un himno festivo por todo nuestro globo terrestre, que ya no es el límite insuperable de la existencia humana, sino el umbral abierto a la amplia extensión del espacio ilimitado y los nuevos destinos.

¡Gloria a Dios!

¡Y honor a ustedes, los arquitectos de esta gran empresa espacial! ¡Honor a los hombres responsables de los científicos, los planificadores, los organizadores y los técnicos que lo hicieron realidad!

Honor a todos los que han hecho posible este vuelo tan atrevido. Honor a todos ustedes que de alguna manera jugaron un papel.

Honor a ustedes que, sentados ante sus maravillosos instrumentos, controlan el vuelo; a ustedes que informan al mundo de la empresa y su calendario, que se extiende hasta las profundidades de los cielos, el sabio y audaz dominio del hombre.

¡Honor, saludos y bendiciones!

Aquí, desde su observatorio en Castel Gandolfo, cerca de Roma, el Papa Pablo Sexto les habla a ustedes, astronautas.

¡Honor, saludos y bendiciones para ustedes, conquistadores de la Luna, pálida lámpara de nuestras noches y nuestros sueños! Lleven hacia ella, con sus presencias vivas, la voz del Espíritu, un himno a Dios, nuestro Creador y nuestro Padre.

Estamos cerca de ustedes, con nuestros buenos deseos y con nuestras oraciones. Junto con toda la Iglesia Católica, Pablo VI los saluda”.

Este es otro ejemplo de que, a lo largo de su historia, la Iglesia ha aplaudido los logros de la ciencia y la tecnología, sobre todo los que tienen que ver con el espacio. Y cómo no, si Dios es el creador de ese amplio Universo que el hombre está buscando explorar.

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