En medio de la crisis, la Iglesia una vez más cobra protagonismo de la mano de Respira Perú Horas difíciles en Perú. Desde este 31 de enero tanto Lima como otras regiones del país sudamericano han vuelto a la cuarentena obligatoria para tratar de contener los contagios de coronavirus.
En medio de esto, imágenes de los últimos días que parecían ya superadas. Entre ellas, largas filas y personas durmiendo en la calle en búsqueda de balones de oxígeno medicinal para pacientes afectados por el coronavirus.
Rápidamente muchos asociaron estas imágenes con lo acontecido en Manaos (Brasil), la localidad de la Amazonía que también vivió recientemente la pesadilla de la falta de oxígeno y que se transformó en noticia a nivel internacional.
Pero en Perú, además de la falta de oxígeno, la crisis sanitaria ha puesto en jaque al sistema sanitario con inconvenientes tanto en la obtención de insumos hospitalarios, así como problemas con médicos y camas de cuidados intensivos.
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La mano de la Iglesia
A pesar de las dificultades, el apoyo de la Iglesia se ha hecho presente desde un primer momento. Esto en especial a través de la colaboración con la falta de oxígeno. Ha sido desde ya varios meses, gracias a la campaña Respira Perú. Se trata de una instancia solidaria que reúne tanto a la Conferencia Episcopal Peruana, como a la Sociedad Nacional de Industrias y la Corporación Educativa San Ignacio de Loyola.
En ese sentido, en las últimas horas trascendió la entrega de 680 respiradores mecánicos personales (Vortran) que empezaron a ser distribuidos a la red nacional de EsSalud y al propio Ministerio de Salud de Perú (unos 200).
Gracias a esta colaboración es posible reforzar el trabajo del personal de la salud. Todo en medio de la segunda ola de contagios que atraviesa el país.
El trabajo en conjunto
“En esta pandemia hemos aprendido que nadie se salva solo y que el mal de uno, perjudica a todos; pero también, que el bien que hace uno, fortalece y beneficia a todos. Esa es la filosofía de Respira Perú y hoy estamos aquí para ayudar a todos porque todos somos Respira Perú”, expresó monseñor Miguel Cabrejos, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, tal cual recuerda la propia web de la Iglesia en Perú.
“El Papa Francisco nos pide comunión, solidaridad y esperanza. Respira Perú es y quiere seguir siendo el puente que une la generosidad de empresarios con las personas en general para ayudar a conseguir equipos médicos y plantas generadoras de oxígeno medicinal. Queremos seguir siendo una fuente que contagie el amor”, prosiguió.
Por otra parte, además de este aporte con respecto a respiradores mecánicos, se informó en los últimos días de enero de la entrega de una planta de oxígeno en la región de Huánaco.
De esta manera Perú sigue tratando de respirar. Y lo hace de la mano de muchos colaboradores, entre ellos muchos miembros de la Iglesia, verdaderos “ángeles del oxígeno” durante todo este proceso.
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